Siente cómo crece
la hierba
bajo tus pies descalzos
cuando caminas
por la senda del tiempo
que conduce a ese futuro
desconocido e incierto.
No permitas que ellos caminen por ti
que ellos sientan por ti
que ellos decidan por ti
que cada cual huelle su senda
yo quiero cometer mis errores
y tropezar y caer
y volver a tropezar y volver a caer
y poder levantarme tantas veces
como tantas otras caiga
me ayudarán otros
pero nunca ellos
ellos no son otros
ellos son solo ellos y ellos mismos.
Ellos
nunca han sentido crecer la hierba
siempre la han segado
bajo nuestros pies descalzos
nunca bajo los suyos;
les da igual el sol o el viento
o las olas del mar
o el hambre y la sed
de los sedientos y hambrientos;
les da igual la noche o el día
o los colores del arcoíris
o la mirada de los enamoradas
cuando enamorados se aman;
les da igual la vida o la muerte
o la sencillez de la verdad
sin adornos o falsos envoltorios
o las palabras llenas de esperanza
cuando tomando la mano del otro le hablas.
No quiero mirar su rostro
surcado de mentiras
no quiero mirar su mirada
que indecentemente engaña
no quiero escuchar sus palabras
siempre huecas y falsas
no quiero sentarme a su lado
pues ante su presencia
un hedor insoportable llena la nada.
Quiero sentir amanecer la mañana
aún tengo esperanza
he encontrado otros rostros
otras voces otras miradas
otras manos a las que asirme
y sentir crecer la hierba
bajo nuestros pies descalzos.
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