RELATOS AL ATARDECER-CCCXXXIV
EL BARRENDERO FELIZ. Un campesino muy inculto y de edad avanzada llegó a las puertas de un monasterio y exclamó: Amigos monjes, soy un hombre con mucha fe y quiero instruirme en vuestro tipo de vida y en vuestras enseñanzas.
Los monjes pensaron que aquel hombre sin estudios no estaba capacitado para recibir enseñanzas, pero como parecía un hombre de fe, le dijeron: Mira, buen hombre, te vas a hacer cargo de barrer todos los días el monasterio. Puedes quedarte aquí ... (ver texto completo)
EL BARRENDERO FELIZ. Un campesino muy inculto y de edad avanzada llegó a las puertas de un monasterio y exclamó: Amigos monjes, soy un hombre con mucha fe y quiero instruirme en vuestro tipo de vida y en vuestras enseñanzas.
Los monjes pensaron que aquel hombre sin estudios no estaba capacitado para recibir enseñanzas, pero como parecía un hombre de fe, le dijeron: Mira, buen hombre, te vas a hacer cargo de barrer todos los días el monasterio. Puedes quedarte aquí ... (ver texto completo)