Yo he ido muchas veces a la
romería, y si hace bueno se pasa muy bien. Se baila y se come en la pradera y se comparte con todo el mundo lo que llevas en la cesta. Ya hace un par de años que no voy. La última vez comimos dentro del local que hay junto a la
ermita porque debía de estar medio lloviendo. Un señor hace un pote enorme de fabada buenísima allí mismo, para lo
amigos y conocidos. Mañana tampoco iré, iré a Perilla de Castro a
comer con unos amigos en plan algo más tranquilo.