Pero no es ésa la más gorda. Antes de ayer, en pleno centro de Bremen, junto a la
estatua de los cuatro músicos de Bremen, vemos a un grupo numeroso de gente arremolinados junto a una guía que hablaba en español (en sudamericano para ser más exacta), me acerco y le pregunto a la que más cerca tenía, lo mismo, casi afirmando: ¿sois españoles? y me dijo Siiii, y le digo ¿de dónde? y va y me dice de
Tarragona.