Mensajes de EL PIÑERO (Zamora) enviados por Vientodel:

Canta El Lebrijano, con la orquesta Andalusí de Tánger. Dame la libertad. Para que se quiere la libertad de los mares o las marismas. Si, se puede ser libre como el viento, que peinan las ramas de los pinos del Monruelo. Después de haber pasado por Corre Caballos, los Quemaos, la Peguera, la Muñequina. Viento mezclado con el aroma del tomillo del Montico. Zigzagueando, por Las Gabias, sintiendo el olor de las amapolas. Aire que juega con las aspas del molino de viento. Con respeto, roza las paredes ... (ver texto completo)
La vida es un camino, que cada cual lo comienza un día. Vicisitudes le esperan, en el camino de la vida. Con sus dichas y alegrías. Miedos, aveces infundados. Van surgiendo en el camino de la vida. Con tristeza algunos días. También días de esperanza. Días y días, que van formando una vida. Con coraje y confianza en uno mismo, se consigue hacer el camino. El destino, marca el camino. El caminante, anda el camino. Nunca un camino cómodo llegó a lo bello del camino. En camino agreste y con encrucijadas, ... (ver texto completo)
Gracias, a las personas que me dan un positivo y elogios alentadores. Gracias. No es menos importante, la opinión de aquellos que quitan los positivos. Gracias. Por su actitud se entiende, que se debe mejorar. Gracias a todos.
El viento azota las espadaña de la iglesia. La Veleta se mueve inquieta, ante el ventarrón. Los nubarrones pasan, dejando escasas gotas de lluvia. Dentro de la nave del templo, se escucha el silbido del viento. Que roza con agresividad las campanas. Los canceles cerrados, parecen custodiar a las silenciosas imágenes. Que estáticas, dejan que pase el tiempo. Diferente es la imagen del Cristo de los legionarios. Por aquellos lares, en Málaga. Al son, de la canción que se creara para la cabaretera. ... (ver texto completo)
Qué sentirán las aguas del Montoya, cuando bajan de los prados de arriba. Pasan entre huertos, hasta llegar a la pradera. Luego, cruzan por debajo del puente, y escuchan el eco de su canción. Para adentrarse entre los chopos, álamos y olmos, que contemplan el paso del agua. Le dan sombra y frescura. Seguirán despacio, hasta algo asustadizas. Para perderse en el río. Quizás vayan juntas diciendo, que a gusto vamos. En el silencio de la noche se abandonan y sueñan. Desean volver a sentir, lo que sintieron. ... (ver texto completo)
Triunfador es usted en todos sus escritos, escuchar esa canción te deja un suspiro entre cortado.
Muchas gracias, persona alagadora. Una pregunta, o "preguntita" Sabe usted, si sus buenas palabra, en el supuesto que reporten algún beneficio económico. Hay que declararlo a Hacienda.
En estos días estámos asistiendo a un despertar de las gentes del campo. Estas gentes recias y trabajadoras, han iniciado unas protestas con un cierto desorden. Poco a poco se van organizando, poniendo un punto de orden al desorden. Un lazo de unión podia ser, la música. Hay una canción, que habla de la madre Tierra, campos en barbecho. También, de campesinos triunfadores. Porque del triunfo de los campesinos, depende que comamos todos. La canción es "Paso de Vencedores" De María Dolores Pradera.
"El Pernales" Hombre y leyenda. Que forja más al hombre. El nombre, o el apellido. Punto y aparte es el apodo. Dicen que "El Pernales" era duro como el pedernal. Quién dice eso, no ha escuchado el romance del Pernales. Cantado por el Nuevo Mester de Juglaría. Todos llevamos un nombre y unos apellidos. El nombre nos lo ponen, tras algunas deliberaciones. El apellido lo heredamos de nuestros progenitores. A veces, los apellidos al igual que los apodos nos dicen de donde procedemos. No es lo mismo tener un nombre que otro, ni los apellidos. Son nuestras señas de identidad. Que carga hereditaria diferente puede imprimir el apellido. Montes, Del Prado, Laflor. En nombre. Juan, Miguel, Olmo. Quién sería, y por qué le pondrían aquella primera persona, el apellido o quizás apodo Laflor. Qué motivos tendrían para el apodo "Pernales" Qué carácter le imprimiría, a alguien llamado Olmo Riquet Laflor. Apodo... Cual le vendría bien a esta persona ... (ver texto completo)
Te esconderé en la cajita que me ha regalado mi tía, así lo hizo. Metió al borriquito en la cajita y la puso en la mesilla al lado de su cama. A la hora de dormir le dijo a su mamá, que no mirara en la cajita, que había un secreto. No miraré, hasta que no deje de ser un secreto. Dijo su mamá. Vera, estaba quedándose dormida. Cuando escuchó unos golpezitos, en la cajita. Encendió la luz de la mesilla y la abrió. Hola Vera, cuando te duermas ¿Te gustaría tener solamente sueños bonitos? Preguntó la figurita. Sí claro, dijo la niña y añadió. Que algunas veces soñaba cosas feas, y me da miedo. Como me despierto llorando, tiene que venir mi mamá. Pues vamos a hacer una cosa, dijo el borriquito. Que cosa.
Preguntó Vera, que lo miraba expectante. Vaciamos las sandías que están en el serón, dentro de la caja. Con cuidado que no las rompamos. Luego me vuelves a poner el serón, y me dejas aquí en la mesilla. Al lado tuyo. Cuando estés dormida y vengan los sueños buenos. yo, dejaré que los tengas. ¿Y los que sean malos? Pregunto, la niña. Esos los cogeré y los meteré en el serón. Nunca más tendrás miedo en sueños, ni te despertarás llorando. Eso, eso. Dijo Verita. Nunca más tuvo sueños feos. Por las mañanas al despertar siempre miraba en el serón. Pues, tenía curiosidad por ver como era los sueños feos, metidos en un serón. Colorín, colorado, este cuento se ha acabado. ... (ver texto completo)
Era una fría tarde de enero, como la calle estaba cubierta de nieve. No se podía salir a jugar al parque, y por ello. Vera estaba enfadada. Su abuela le dijo. No te preocupes, vamos a recoger el nacimiento. Vera, se acercó a él. Para contemplar una vez mas, aquella figuritas que tanto le llamaba la atención. Sobre todo, aquel burrito que iba cargado con sandías. Ella, aunque tenía solo siete años, sabía que en su pueblo no había sandías en el invierno. Pero como el niño Jesús nació muy lejos, allí ... (ver texto completo)
Una vez más el Piñero está de enhorabuena. Acaban de decir en la radio que todo el que quiera un certificado de auténtico ciudadano de El Piñero. Tendrá que pasar por el ambigú instalado en el salón del baile y la señorita que hacía de camarera estos días se lo dispensa. Para su autenticidad, seguido tendrá que ir por casa de la alcaldesa para que se lo firme. Luego por casa del cura parroco, si este se encuentra diciendo misa se lo puede firmar, el primero que pase por la calle. de seguido que vaya ... (ver texto completo)
Diciembre no sería igual sin sus días cortos nieblas y frío. Es de valorar doblemente, que a eso de las siete y cuarto de la tarde, ya noche cerrada. Hubiera un peregrinar hasta el salón de actos del Ayuntamiento el viernes ocho, día de la Purisima El Piñero tiene algo especial.
Es un protector que acoge a sus gentes, cual capa de santo. El veterano, aunque jóven escritor. Presentaba su segundo libro: EN TORO PRENDEN Sin demasiado orden nos explicó su hija Delia, los motivos por los que nos sabían ... (ver texto completo)
Durante la tarde el sol jugaba a esconderse entre las nubes. Algunas personas, limpian el panteón de sus seres queridos. Según tiempo del deceso, grado de familiar y relación vida con el difunto. Es el dolor que siente la persona que adecenta el monumento funerario. Seguro, que recordarán algunos momentos vividos con aquellos que yacen. Sobre todo, tiempos de la infancia. Un pequeño detalle que le dio un día, y ahora siente como si estuviera pasando. Luego bajarán caminando hasta su casa y los muertos ... (ver texto completo)
Muchas gracias a ambos.
En el viejo caseto, por debajo de la roida puerta. Un ratoncillo contempla como resbala el agua por las hierbas secas, que frondosas crecieron en primavera. Cuando los gorrioncillos que anidaban en el tejado, iban y venían afanosamente para dar de comer a su prole. En aquellos días se escuchaba el alegre trinar de los ruinseñores entre los chopos y álamos. Aguas arriba, unos trescientos metros. Donde cuentan que estuvo un molino de agua. En los días de primavera, una culebra bastardo, recta entre ... (ver texto completo)
Dónde habrá llevado el viento aquellos pétalos rojos de las amapolas, y sus diminutas semillas. El nido vacío donde se crió el gorrióncillo. ¿Estará esperando que algún otro pajarillo se acerque el año que viene a poner allí su nidada? Mientras tanto, sigue cayendo la lluvia en el camino de las Carretas, y en los lindones del camino el Bayonal. Se mojan las diminutas pero bellas flores blancas de las espineras, sus hojas permiten que resbale el agua por los tallos con espinas. No lejos de allí, en ... (ver texto completo)
En este día de otoño. Estando detrás del cristal, veo como cae la lluvia. Pienso que sería de aquel amapola, que en los primeros días de junio estaba frondosa, en aquel lindón de al lado del camino el Bayonal con cinco o seis flores rojas. Y a aquel gorrióncillo, que prematuramente saltó de su nido y se refugió en las espineras de al lado de la calle de detrás de la iglesia. Que habrá sido del. En que tenada pasará las noches y un día como hoy. Recuerdo una mañana a últimos de mayo, un zorrillo que ... (ver texto completo)
Cuando el sol es más perezoso por las mañanas, y por las tardes anda más ligero. Es tiempo de que los viñedos queden desposeídos de sus racimos, y en el encinar madure la bellota. Las fiestas de San Miguel quedan en el recuerdo. El macho cabrío de la Legión está enjaezado para el desfile. El esportón de chiqueros da el último cerrojazo quedando en silencio. Atrás quedan sueños in alcanzados, quizás por temores, o que el miedo le atenazó una tarde. A la hora de estar delante del toro, no fuera capaz ... (ver texto completo)
Cual ingrata es la vida. Piensa el necio que no valora lo que tiene, y ansia lo que otros poseen. Le atenaza la envidia desmedida. No sosiega ni descansa en urdir artimañas. Para hacerse con aquello o desprestigiar, lo que otros ganaron en la vida. Siente rabia, y una prematura agonía, al sentirse pobre y sin suerte en la vida. Pues nunca llegará a saciar su envidia.
Como barco velero que suelta sus velas al viento, para navegar sobre la mar. Comenzó la mañana. Después de campar alegremente por los campos de El Piñero los dos novillo, era hora de que el velero plegará sus velas. Los pinos de el Monruelo veían como por los caminos iban los caballos al paso de regreso. Los coches volvían sin acelerones, y las sombras de los pinos del Montico encontraban el sosiego. Los álamos y chopos del molino viento que habían estado peinando el aire toda la mañana, comenzaban ... (ver texto completo)
El sol se aproximaba a lo más alto del cielo, el vendedor de fantas coca-colas comenzaba a ser escuchado. El viento va templando. El corazón de los novillos bombea la sangre por su cuerpo hasta la mazorca de sus cuernos. De ahí en adelante, es la muerte quien afila su guadaña, deseando hincar la punta de las astas, en el cuerpo de aquellos que la llaman. Haciendo alardes de valentía, quebrando la embestida. Frío polvo levanta con sus pezuñas, cuando el quiebro descoloca a la fiera. Se revuelve levantando ... (ver texto completo)
El negro connidelantero campaba a sus anchas por el pago del Chinarral, sembrando el miedo entre los asistentes y demostrando su bravura. De allí puso rumbo a tierras de la Miolla, y desde allí se asomó al valle del Valdeavedillo. En la loma que da vistas al valle antes de escrito el viento parecía acariciar el negro pelaje del animal, recreándose en jugar con las puntas de sus cuernos. Mientras tanto el de pelaje cafetero, derrotaba contra vehículos y corría buscando las cabalgaduras en la zona ... (ver texto completo)
El Piñero tiene de siempre unas particularidades muy concretas. Como de costumbre unos decían que la suelta era a las diez, otros que también eran sabedores de la verdad, que a las diez y media. La cosa quedó en... Ni para ti, ni para mí. A las diez y quince minutos y algún segundo. Se desenchiqueró el primer novillo, negro corny delantero. Manteniéndose unos minutos en el ruedo formado. Luego comenzó a acampar por las trojeras y barbechos en dirección al Chinarral, y con él varios cientos de vehículos ... (ver texto completo)
Hace cincuenta años, alguien hubiera dicho. Como hoy no tenemos que trillar, pues por la tarde estaría el balago lento. Con sol radiante y viento fresco la gente se dirigía a la zona del verdugal. En el llano donde se soltarían los novillos, sito en el pago de la Peguera ya estaba formada una circunferencia no perfecta pero de muy buen trazo. Con coches de todas las clases y caballajes a ellos unidos motos quads y las bestias montadas por su jinetes. Con una visión global, se podía decir que había ... (ver texto completo)
Allá por el año dos mil trescientos ochenta, Quizás en invierno, que hay más tiempo de estar metido en casa para rebuscar entre los papeles. Un buen historiador, como el que escribe en esta página, contará que en el dos mil veintitres cuando la primavera llegaba a su término. Fue elegida por sufragio universal la primera alcaldesa de la historia de El Piñero. seguirá contando los logros conseguidos para el pueblo y el tiempo que duró su mandato. Quizás no ponga en los papeles que lo logrado no fue ... (ver texto completo)
Decía el poeta: Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar. Pasar haciendo camino.... Ya hace más de medio siglo que en tiempos de verano llegó un joven parroco a El Piñero. Con nuevas ideas y diferente formas de dirigir los temas de la iglesia. En el tiempo que estuvo en nuestro pueblo, hizo un camino de buenas obras. Hoy nos ha llegado la noticia de su partida. Estoy seguro que han salido al encuentro de su alma. Ángeles con cánticos de gloria, y Arcángeles con trompetas de alegría. Para ... (ver texto completo)
No la dejarán, pasará lo que la anterior legislatura.
SI LA DEJARAN. Ejercerá su autoridad que es el mandato que le han dado los ciudadanos de El Piñero. Para ella y demás concejales a. Mi enhorabuena. Seguro que todos tendrán acierto en sus decisiones.
Debía ser por San Eugenio, iba en calesa el torero de mas tronio de to Madrid. Los tiempos han cambiado. Uno de estos días de feria de San Isidro, el torero Azteca y Mejicano, como lo fuera el gran Silverio Pérez acudió al coso de las ventas en autobús. Con gayardía miraba desde la calesa el gran torero. No menos gayardo es, el que después de ir en autobús se faja con el toro como los grandes.
El viento de la mañana mecía los morados pendones Castellanos, que encabezaban las tropas Comuneras. El pueblo pedía libertad. Al caer la tarde sus capitanes estaban presos, las tropas muertas o mal heridas. La libertad se quebraba, Castilla se rendia.
Ya han pasado años desde el 8-8-1948 Cuando se retransmitió por televisión la primera corrida de toros. El evento se celebró en la plaza de toros de Vistalegre, (Carabanchel Madrid) Un grupo de aficionados y curiosos en el Círculo de Bellas Artes fueron los privilegiados de contemplar a quel evento, a los cuales tuvieron que devolverle el importe de la entrada. Pues según dicen las crónicas apenas pudieron ver nada. La imagen era demasiado borrosa tuvieron varios cortes de luz hasta que dejó de funcionar ... (ver texto completo)
La luna llena al rebasar el horizonte, parece ser acariciada por las encinas del Hondajo y los pinos de Valdedueñas Sigue ascendiendo en el firmamento para dar luz a la noche y se pueda contemplar la imagen de Cristo crucificado. Esos rayos de luna que brillan en el rostro y cuerpo sudoroso y en sangrentado por el sufrimiento de ser clavado en la cruz. De fondo se escucha el ronco sonido del madero convertido en su día por las manos del carpintero en Carracón. De rodillas en el suelo llora tu madre, ... (ver texto completo)
"La sangre que brota de tus pies"
La luna llena al rebasar el horizonte, parece ser acariciada por las encinas del Hondajo y los pinos de Valdedueñas Sigue ascendiendo en el firmamento para dar luz a la noche y se pueda contemplar la imagen de Cristo crucificado. Esos rayos de luna que brillan en el rostro y cuerpo sudoroso y en sangrentado por el sufrimiento de ser clavado en la cruz. De fondo se escucha el ronco sonido del madero convertido en su día por las manos del carpintero en Carracón. De rodillas en el suelo llora tu madre, ... (ver texto completo)
Pues claro que no participe en traer las piedras. Lo que sí puedo decir, en los setenta cuando los monaguillos tocábamos el órgano sin que nadie nos viera para evitar una reprimenda. No éramos conscientes de que maestros organistas tuvieran que venir de tan lejos a reconstruirlo. Varias preguntas: ¿Quantos metros tiene el clero de propiedad alrededor de la iglesia? ¿Que se sabe de la bodega del esqueleto?
Qué tiempos aquellos cuando se derumbo un trozo enfrente la puerta de la iglesia. No es que yo quiera que vuelva alguien a partirse una pierna por estar brincando por allí, como sucedió. A mi personalmente no me importaría volver a tener aquella edad.
Ni es la primera vez, ni será la última. Las otras veces se arregló y ya está. No hizo falta que vinieran catastrofistas demagogos a dar la murga.
Cuando la ventisca azotaba la sierra, esa que dijeron los moros que cuanto oro y plata quedaba en ella. La loba buscó refugio entre unas peñas, la naturaleza marcó su curso con dolores de parto. Comenzaron a gruñir húmedos por el suelo los cinco lobeznos, a la vez que buscaban los pezones de la loba. Llegó la primavera y con mirada curiosa contemplaban las flores que crecían entre las peñas, el olor de la jara el brezo y la retama llenaba todos los rincones de la Sierra. Cuando por San Juan floren ... (ver texto completo)
La suave brisa de la mañana acariciaba el tomillo, las retamas, álamos, chopos, y encinas, de cada una de aquellas plantas tomaba algo de su fragancia. Un zorrillo que no contaba más de tres meses y estaba a unos metros del zarzal donde tenía la zorrera, se entretenía en diferenciar de qué planta era cada uno de aquello olores que llegaban hasta sus naricillas, abrió aun mas los ojos y puso tiesas las orejas, entre aquel viento aromatizado detectó que alguien se acercaba, pronto pudo ver a un hombre que paseaba entre aquellos árboles y plantas silvestres. Con la mirada fija en aquel intruso y sabedor de que podía escapar a refugiarse a su zarzal, el que pronto sería un astuto zorro esperaba. El paseante en un cambio de dirección se encontró con la mirada de aquel zorrillo. No serían más de tres segundos los que mantuvieron fijas las miradas el uno, en el otro. Lo suficiente para que uno disfrutara de la vida que hay en la naturaleza y el otro aprendiera a escapar a tiempo, a refugiarse evitando el peligro. ... (ver texto completo)
Aveces sin saber porque o como en este caso por una causa solidaria de ayudar a la pronta regeneración de la Sierra de la culebra, se unen varias fuerzas. La del sabor amargo del cacao, los sonidos y vibraciones de los cuencos Tibetanos, trazos de la pintura que unen la mirada profunda del lobo y la belleza de la cuerna del cervido. Detrás de estos hechos esta gente mágica tal como, Eva Monforte con su misticidad, Sandra Ballesteros y Marcos Hernández con el poder de sanación de los cuencos Tibetanos, ... (ver texto completo)
Dicen Maestro, que en el cielo el tiempo es eterno. Pues no te faltarán momentos, cuando estés pensativo apartado del grupo de los toreros, de recordar aquellos tiempos cuando ibas por caminos polvorientos, con el macuto al hombro y el estoque en la mano, buscando una capea de pueblo en pueblo, en tierras del pan, y en la comarca del vino. Ni una cosa, ni la otra había en tu macuto y si, mil dentelladas de perro en tu estómago, que solo se mitigaba cuando estabas delante de un más que capeado toro ... (ver texto completo)
A bien seguro maestro, estás codeandote con los grandes del toreo. Serio y circunspecto te habrá mirado Manolete, Granero desmonterandose te indica que te unas a ellos. Hasta Joselito Gallo rey de los toreros, te invita al grupo, lleva en la mano una foto del toro Bailaor. Desde aquel lado, está tratando de saludarte el torero Mejicano Azteca y Español, Silverio. Según contaba el cura Faroles, tenían un comportamiento en vida social bastante similar al tuyo. Ahí lo tienes delante de ti. tu amigo ... (ver texto completo)
Mis respetos Maestro: Te escribo estás líneas ahora que en tu último viaje vas camino del cielo. No te preocupes Maestro, si allí a las puertas del cielo está algún mojigato y alega que tú no puedes pasar por los momentos que tuvieras en la vida de depravación, pronto saldrá el cura Faroles y tomando la sotana al estilo de capote, como tantas veces hizo para emularte, le dirá a los allí presentes. Este si alguna vez peco, otros rezamos por ello, que pase para sentarse a mi derecha, pues lo quiero ... (ver texto completo)
A eso de las 17:30 cuando dormitan en la oscuridad de los chiqueros los seis toros seis. Cierran sus puertas el museo taurino de las Ventas. El silencio y la semioscuridad permite que las figuras de gesto serio y profunda mirada, relajen el semblante y parpadeen.
Los que por edad murieron en su casa, quizás le pregunten a los que fue él asta, quién le marcó el camino a la parca. ¿Que se siente cuando en el albero se quedan las ilusiones de una vida? No hay respuesta. En la oscuridad guardarán ... (ver texto completo)
La vida nunca nos dice, ni cuando ni porque, no por ello dejan de fluir los momentos. Ya no eran las 5 de la tarde, en los chiqueros estaban esperando, tal vez sumidos en un sueño... en las puntas de las astas como siempre va la muerte afilando su guadaña. El que siempre espera su oportunidad, o al menos su minuto de gloria, tenía en los chiqueros 5 toros 5 lo más selecto y florido del campo bravo. Cuántas veces se vistió de luces, solamente para estar detrás del burladero. La desgracia o la suerte, ... (ver texto completo)
La sombra de la espadaña de la iglesia se hace inmensa, los últimos rayos de sol acarician los trigales verdes. Silenciosas piedras del petril esperando que termine la tarde para ver salir los faroles en silencio y con suave balanceo acompañando a la Virgen de los Dolores. Las calles de El Piñero sientes recogimiento al ver pasar la Virgen llevando en su regazo a su hijo muerto. El Montoya, detiene sus aguas para guardar silencio. También silencioso y polvoriento aguarda en algún lugar el Carracon, ... (ver texto completo)
En la sierra se escuchaba cómo un pito carpintero martilleaba sobre el tronco de un árbol. Un mirlo corría y picoteaba aquí y allá, mientras un ruinseñor posado en unas zarzas derramaba sus trinos en aquel entorno, una oropéndola buscaba la mejor rama para colgar su nido. La gineta después de una noche de caza regresaba al hueco del viejo roble. Las aguas frías y cristalinas del regato el Cuco bajaban cantando al nuevo día de final de marzo. No lejos de allí, al lado de una peña entre jaras y romeros ... (ver texto completo)
Quizás... fue el miedo lo que salvó a la gacela de su depredador, maneras distintas de analizar un mismo tema.
Las gacelas, gacelas son. La personas si se enfrentan a los miedos, el miedo desaparece. Como con gran acierto decías Don José Álvarez Juncal. Si te entra el temblique delante del de la frente rizada "el toro". Te levanta los pies del suelo. Si te enfrentas a el, se consigue el éxito.
Decía Don José Álvarez Juncal. Qué al miedo se le llama miedo, y hay que enfrentarse a él. Cuanto más miedo se le tiene a un lugar o una cosa, más imaginación se tiene para justificarlo. Nunca escribieron la historia aquellas personas que corrieron despavoridas, y en la mayoría de las veces seguro que echaron la culpa a alguien. En el reino animal los que poseen ligereza en las patas, las utilizan para escapar de aquello que consideraron un peligro. Una gacela cuando se asusta de algo, después de ... (ver texto completo)
Fríos vientos del norte que traen noticias de edificios destrozados por la sinrazón. Dolor y sufrimiento de las gentes de un pueblo, más dolor si cabe de unos padres que saben, que su hijo murió reventado por detener los tanques de aquel que cree que todo lo que le rodea suyo.
"Fuerza Ucrania"
Le daba las gracias por su información histórica. los hechos referidos, al muerto que apareció con cuarenta puñaladas, me han servido para crear la leyenda de la Cruz del Muerto. Gracias de nuevo.
Vuelta tras vuelta da el labriego con sus mulas en el pago de la Cruz del muerto. Ajeno era de lo que le sucedió al que allí yacía, desde doscientos años atrás. El terreno que ahora rompía el arado, bastó para dar sepultura al desdichado. Mil preguntas se hicieron sin poderlas contestar los lugareños, sobre aquel hombre que encontraron muerto con cuarenta puñaladas. De dónde procedía, qué motivos fueron la causa de aquel apuñalamiento despiadado. Quizás las estrellas y algún búho que montaba guardia ... (ver texto completo)
Leyenda de la Cruz del muerto. Aquel usurero rondaba a la moza más bella del lugar. Ella siempre le decía no, añadiendo que su corazón solo sentía por un mozo del pueblo. El usurero se burlaba diciendo que ese mozo era un muerto de hambre y el podía darle riquezas. Ella volvía a repetirle que prefería el amor del joven. Las risotadas del usurero solían ser la despedida aunque cuando se alejaba echaba espumarajo por la boca, de pensar que nunca conseguiría aquella bella mujer. Una mañana paso el joven ... (ver texto completo)