Lectura de la carta del apóstol Santiago (4,13-17):
Vosotros decís: «Mañana o pasado iremos a esa ciudad y pasaremos allí el año negociando y ganando dinero». Y ni siquiera sabéis qué pasará mañana. Pues, ¿qué es vuestra vida? Una nube que aparece un momento y en seguida desaparece. Debéis decir así: «Si el Señor lo quiere y vivimos, haremos esto o lo otro.» En vez de eso, no paráis de hacer grandes proyectos, fanfarroneando; y toda jactancia de ese estilo es mala cosa. Al fin y al cabo, quien conoce el bien que debe hacer y no lo hace es culpable.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,38-40):
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.»
Jesús respondió: «No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.»
REFLEXIÓN
La primera palabra de la carta de Santiago, no creo que sea casual.
Es el primer día después de un tiempo de estar ausente. Es verdad que nos complicamos la vida, haciendo planes, creyendo que somos los dueños de nuestro futuro, y decidiendo de antemano que vamos a hacer y que no vamos a hacer.
Casi siempre organizando la vida basándonos en el dinero y como hacer para tener más seguridad de que nos vaya bien.
Claro que no hay que vivir a lo loco, sin tener en cuenta el futuro, pero la mayor parte de las veces, nos olvidamos de vivir el presente, el día a día, y no sabemos si mañana estaremos aquí.
Cuando le pedía a mi madre, que se viniesen al menos en el invierno, siempre me decía, ya habrá tiempo de que te de guerra, hija. Y eso nos ha hecho perder muchos momentos de estar juntos, de poder disfrutar unos de otros. Así que vivamos el día a día principalmente desde el Amor. Y cada día su afán.
La última frase de esta lectura es para reflexionar mucho, creemos que con no hacer el mal, nos vale, y no es así. Cuando sabemos el bien que tenemos que hacer y no lo hacemos es como si hiciésemos el mal.
En cuanto al Evangelio, a mi me parece precioso, cuando un hombre hace el bien, aunque no se confiese seguidor de Cristo, está más cerca de su Corazón de lo que muchos que nos consideramos cristianos estaremos jamás. Como dice el Papa, quienes somos nosotros para juzgar?
ALABANZA
Señor Jesús, te alabo, te bendigo y te doy gracias, por haberte conocido, porque aunque no soy digna de que entres en mi casa, siempre estás a la puerta llamando. Gracias por la nueva vida que ha llegado a nuestra familia y gracias por darme la paz de saber que mi madre ya está gozando de tu presencia.
PETICIÓN
Señor Jesús, danos al sabiduría para entender cual es tu voluntad y pedir aquello que más nos conviene. Que vivamos la vida teniéndote presente en todo momento, pues todo es tuyo, la vida, la muerte............ Tuyos somos y a ti volvemos.
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