Crónica de Diario de Navarra.
Más de 1.500 romeros de Olite, Figarol, Mélida y Carcastillo marcharon a Ujué
- La eucaristía, que se celebró en el paseo de ronda, fue presidida por el vicario general Luis Oroz
SHEYLA MUÑOZ. UJUÉ Lunes, 4 de mayo de 2009 - 04:00 h.
Ujué volvió a convertirse en punto de encuentro de los devotos a la Virgen. Ayer, le tocó el turno a los romeros de Olite, Carcastillo, Mélida y Figarol. La ausencia de la talla de la Virgen, que se encuentra en la catedral de Pamplona debido a las obras que se están ejecutando en el interior de la basílica, no mermó la devoción y más de 1.500 personas acudieron hasta el santuario. El buen tiempo acompañó todo el día, a diferencia de lo que ocurrió la semana pasada.
La mayoría salió desde sus respectivas localidades durante la madrugada del domingo. Los más tempraneros fueron los de Figarol, que partieron a las cuatro, y los de Mélida, que lo hicieron treinta minutos más tarde. Portando la cruz parroquial de este último municipio, igual que los últimos 16 años, marchaba Miguel Ángel Lorea Villagrasa, de 62 años. "Más o menos, hemos venido el mismo número de gente que en años anteriores", señaló. El punto de encuentro de todos los romeros fue el Crucero. Aquí se juntaron a las nueve de la mañana.
Media hora después, los peregrinos enfilaron el camino hacia el santuario. Encabezando la comitiva, marchaban los de Figarol, seguidos por los de Carcastillo, Mélida y Olite. Poco antes de las diez de la mañana, los romeros entraban en Ujué. A diferencia de la semana pasada, ayer el tiempo acompañó durante todo el día.
Benjamín Ayechu García, de 55 años, se encargó de portar la cruz parroquial de Carcastillo, mientras que Alfredo Laborda Arjol, de 28, llevó la de Figarol. Ambos coincidieron en señalar que la ausencia de la talla original de la Virgen no ha hecho mella en las romerías. "El que es devoto lo es siempre, esté o no la imagen", destacó Ayechu.
Una vez que todos los romeros llegaron a la basílica y, separados por pueblos entonaron una canción de bienvenida a la réplica de la Virgen, comenzó la eucaristía. Ésta se celebró en el paseo de ronda del templo y estuvo presidida por el vicario general de la diócesis, Luis Oroz. Concelebrando la misa estuvieron los párrocos de Ujué y Olite, José Luis García y Javier Ignacio Sola, respectivamente; y el sacerdote Paco Lizón, natural de Olite.
Durante la eucaristía, cada municipio obsequió a la Virgen con una ofrenda. Los vecinos de Figarol ofrecieron frutas del campo; los de Carcastillo, espigas; los de Mélida, tomillo y romero; y los de Olite, las flores, el pan y el vino. La entonación de la jota Morenica y galana por parte de los asistentes puso punto final a la celebración.
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Más de 1.500 romeros de Olite, Figarol, Mélida y Carcastillo marcharon a Ujué
- La eucaristía, que se celebró en el paseo de ronda, fue presidida por el vicario general Luis Oroz
SHEYLA MUÑOZ. UJUÉ Lunes, 4 de mayo de 2009 - 04:00 h.
Ujué volvió a convertirse en punto de encuentro de los devotos a la Virgen. Ayer, le tocó el turno a los romeros de Olite, Carcastillo, Mélida y Figarol. La ausencia de la talla de la Virgen, que se encuentra en la catedral de Pamplona debido a las obras que se están ejecutando en el interior de la basílica, no mermó la devoción y más de 1.500 personas acudieron hasta el santuario. El buen tiempo acompañó todo el día, a diferencia de lo que ocurrió la semana pasada.
La mayoría salió desde sus respectivas localidades durante la madrugada del domingo. Los más tempraneros fueron los de Figarol, que partieron a las cuatro, y los de Mélida, que lo hicieron treinta minutos más tarde. Portando la cruz parroquial de este último municipio, igual que los últimos 16 años, marchaba Miguel Ángel Lorea Villagrasa, de 62 años. "Más o menos, hemos venido el mismo número de gente que en años anteriores", señaló. El punto de encuentro de todos los romeros fue el Crucero. Aquí se juntaron a las nueve de la mañana.
Media hora después, los peregrinos enfilaron el camino hacia el santuario. Encabezando la comitiva, marchaban los de Figarol, seguidos por los de Carcastillo, Mélida y Olite. Poco antes de las diez de la mañana, los romeros entraban en Ujué. A diferencia de la semana pasada, ayer el tiempo acompañó durante todo el día.
Benjamín Ayechu García, de 55 años, se encargó de portar la cruz parroquial de Carcastillo, mientras que Alfredo Laborda Arjol, de 28, llevó la de Figarol. Ambos coincidieron en señalar que la ausencia de la talla original de la Virgen no ha hecho mella en las romerías. "El que es devoto lo es siempre, esté o no la imagen", destacó Ayechu.
Una vez que todos los romeros llegaron a la basílica y, separados por pueblos entonaron una canción de bienvenida a la réplica de la Virgen, comenzó la eucaristía. Ésta se celebró en el paseo de ronda del templo y estuvo presidida por el vicario general de la diócesis, Luis Oroz. Concelebrando la misa estuvieron los párrocos de Ujué y Olite, José Luis García y Javier Ignacio Sola, respectivamente; y el sacerdote Paco Lizón, natural de Olite.
Durante la eucaristía, cada municipio obsequió a la Virgen con una ofrenda. Los vecinos de Figarol ofrecieron frutas del campo; los de Carcastillo, espigas; los de Mélida, tomillo y romero; y los de Olite, las flores, el pan y el vino. La entonación de la jota Morenica y galana por parte de los asistentes puso punto final a la celebración.
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