NOTICIAS EN EL DIARIO DE NAVARRA 7 DE DICIEMBRE DE 2012.
Un centenar de navarros residentes en la capital italiana se encontraron en una misa en la iglesia del Gesù
CELEBRACIÓN EN ROMA DE LA FESTIVIDAD DE SAN FRANCISCO JAVIER. JOSÉ MIGUEL BURGUI CONCELEBRÓ EN DICHA FESTIVIDAD CON OTROS SACERDOTES NAVARROS AFINCADOS EN ROMA.
El 3 de diciembre un centenar de navarros residentes en Roma, mayoritariamente religiosas de diferentes congregaciones, se concentraron en la iglesia del Gesù para celebrar la fiesta de San Francisco Javier. Entre los asistentes se hallaba el cónsul general de España en Roma, Eduardo de Laiglesia, y su esposa Margarita Pérez de Rada, natural de Muruzábal.
Concelebraron en la misa los sacerdotes Jesús María Ruiz Irigoyen, de Aguilar de Codés, vicario general de los camilos; José Miguel Burgui Ongay, de Ujué, salesiano y guía en las catacumbas de San Calixto (que regresa a España dentro de pocos días); Ignacio Azcoaga Lasheras, natural de San Sebastián pero incardinado en la diócesis de Pamplona, estudiante en Roma; y José Javier Lizarraga Navarlaz, de Tirapu, archivero de los agustinos recoletos. Al final la añorbesa Carmen Yoldi, vicaria general de las siervas de María, cantó la jota Cuando rezas el rosario, que fue muy aplaudida.
Tradición de 60 años Para la colonia navarra en Roma es ésta una fiesta muy importante y tradicional, que se ha mantenida viva gracias especialmente a monseñor Jesús Irigoyen Urtasun, de Lezáun, y a las siervas de María, que con su coral animaron las celebraciones. Jesús Irigoyen, exdirector de la agencia internacional Fides, órgano de información de las obras misionales pontificias, y canónigo de la basílica papal de San Pedro del Vaticano, ha sido el coordinador de la fiesta del patrón de Navarra durante más de 60 años. Desde 1949 hasta el presente año ha convocado a los navarros residentes en la capital italiana a la misa en la iglesia del Gesù, donde se venera el brazo del patrón de las misiones, y a la cena posterior, en que no faltan platos típicos de la Comunidad foral ni jotas ni vivas a Navarra. Al finalizar la celebración algunos se dejaron fotografiar ante el altar dedicado a San Francisco Javier.
Un centenar de navarros residentes en la capital italiana se encontraron en una misa en la iglesia del Gesù
CELEBRACIÓN EN ROMA DE LA FESTIVIDAD DE SAN FRANCISCO JAVIER. JOSÉ MIGUEL BURGUI CONCELEBRÓ EN DICHA FESTIVIDAD CON OTROS SACERDOTES NAVARROS AFINCADOS EN ROMA.
El 3 de diciembre un centenar de navarros residentes en Roma, mayoritariamente religiosas de diferentes congregaciones, se concentraron en la iglesia del Gesù para celebrar la fiesta de San Francisco Javier. Entre los asistentes se hallaba el cónsul general de España en Roma, Eduardo de Laiglesia, y su esposa Margarita Pérez de Rada, natural de Muruzábal.
Concelebraron en la misa los sacerdotes Jesús María Ruiz Irigoyen, de Aguilar de Codés, vicario general de los camilos; José Miguel Burgui Ongay, de Ujué, salesiano y guía en las catacumbas de San Calixto (que regresa a España dentro de pocos días); Ignacio Azcoaga Lasheras, natural de San Sebastián pero incardinado en la diócesis de Pamplona, estudiante en Roma; y José Javier Lizarraga Navarlaz, de Tirapu, archivero de los agustinos recoletos. Al final la añorbesa Carmen Yoldi, vicaria general de las siervas de María, cantó la jota Cuando rezas el rosario, que fue muy aplaudida.
Tradición de 60 años Para la colonia navarra en Roma es ésta una fiesta muy importante y tradicional, que se ha mantenida viva gracias especialmente a monseñor Jesús Irigoyen Urtasun, de Lezáun, y a las siervas de María, que con su coral animaron las celebraciones. Jesús Irigoyen, exdirector de la agencia internacional Fides, órgano de información de las obras misionales pontificias, y canónigo de la basílica papal de San Pedro del Vaticano, ha sido el coordinador de la fiesta del patrón de Navarra durante más de 60 años. Desde 1949 hasta el presente año ha convocado a los navarros residentes en la capital italiana a la misa en la iglesia del Gesù, donde se venera el brazo del patrón de las misiones, y a la cena posterior, en que no faltan platos típicos de la Comunidad foral ni jotas ni vivas a Navarra. Al finalizar la celebración algunos se dejaron fotografiar ante el altar dedicado a San Francisco Javier.
