El libro de nuestras romerías
Este es un -libro que, al igual que determinadas personas nos atrae por su simpatia. Se adentra risueñamete en el ánimo. ¿Es que no tiene defectos? Sí, los tiene, pero más es lo -que tiene de gracia, de evocación, de buen cuidado, de sabor copioso de la tierra- Por eso, la crítica cede gustosamente su rigor por algunos defectos, ante la cordialidad simpática con que nos gana. ¡No es fácil lograr esto! Por de pronto, los autores han tenido una idea tan feliz como grata, al espigar en un campo que, con ser tan apetitoso para la pluma, estaba olvidado: nuestras romerias navarras, estrofas de un poema de religiosidad popular, con olor de flores campesinas y lleno de músicas mitad copla y mitad rezo. Nos hacía falta en verdad, un libro que recogiera todas esas expresiones de fe, que varian desde el tono profundo y austero, hasta el festivo y solemne. También eso es vida nuestra, expresión nuestra, perfil de nuestra persnalidad que carecía de documento exhibitorio: un libro asi. hace un siglo ¡qué riqueza no contendria, escapada hoy por las grietas del tiempo! Después, los autores y sus colaboradores—dibujantes, fotografos, editor—se han esmerado en la tarea y nos ofrecen un señor libro, de gran empaque, de gusto selecto, como para aspirar a premio en un concurso, Por uno y otro motivo —la idea y su realización—el libro de las romerías se hace amable, efusivo, muy grato. Vaya mi parabien más sincero a los autores Srta. Baleztena y Sr. Astiz. Unos reparos y no ciertantente por prurito alguno de critico.. sino para que les sirvan de reflexión la obra futura que ha de completar ésta—: ¿Por qué esa portada tan oscura y lúgubre de color? La romería es flor primaveral—se dice bellamente en el prólogo—y creo que hubiese entonado mejor con el -tema un color más risueño, incluso un dibujo menos duro de líneas. Lozano, el gran dibujante, ha captado bien la recia psicologia de Ujué y de Roncesvalles pero ésa no encara el tono general de nuestras romerías. Claro que esto va en gustos y, en realidad, yo apunto el mio. Luego, Se me figura que el texto escrito está proporcionadamente dosificado. Así como me parece un acierto que cada romeria lleve el apunte histórico que se haya podido lograr, o el que haya quedado del caudal hoy por desgracia, poco abundoso de la tradición, y después venga el dibujo literario de la fiesta, no me parece tan acertado que el dibujo literario ocupe tanto espacio. Pero en fin de cuentas, mayores son las gracias que estos reparos. Es de suponer—y así yo lo deseo-que este libro adquiera filiación de vecindad en todos nuestros pueblos y sea el libro predilecto de los hogares.— E. E.
El libro de Dolores Baleztena y Miguel Angel Astiz se titula “Rumerías Navarras’: está editado en los talleres de Regino Bescanca. Tiene 364 páginas, m´s las que lleva de caché con grabados y fotografías. que son de los señores Lozano, Uranga, Zubieta, Ardanaz, Ginés, Zaragüeta, Pérez, Jaurrieta, Eusa, Albéniz: tiene grabados antiguos un epílogo a Santa Maria la Real, varias canciones (letra y música) y el caendario de las romerías.
E. E. = Eladio Esparza, en la sección Mi gacetilla de Diario de navarra, del 29 de septiembre de 1944
Este es un -libro que, al igual que determinadas personas nos atrae por su simpatia. Se adentra risueñamete en el ánimo. ¿Es que no tiene defectos? Sí, los tiene, pero más es lo -que tiene de gracia, de evocación, de buen cuidado, de sabor copioso de la tierra- Por eso, la crítica cede gustosamente su rigor por algunos defectos, ante la cordialidad simpática con que nos gana. ¡No es fácil lograr esto! Por de pronto, los autores han tenido una idea tan feliz como grata, al espigar en un campo que, con ser tan apetitoso para la pluma, estaba olvidado: nuestras romerias navarras, estrofas de un poema de religiosidad popular, con olor de flores campesinas y lleno de músicas mitad copla y mitad rezo. Nos hacía falta en verdad, un libro que recogiera todas esas expresiones de fe, que varian desde el tono profundo y austero, hasta el festivo y solemne. También eso es vida nuestra, expresión nuestra, perfil de nuestra persnalidad que carecía de documento exhibitorio: un libro asi. hace un siglo ¡qué riqueza no contendria, escapada hoy por las grietas del tiempo! Después, los autores y sus colaboradores—dibujantes, fotografos, editor—se han esmerado en la tarea y nos ofrecen un señor libro, de gran empaque, de gusto selecto, como para aspirar a premio en un concurso, Por uno y otro motivo —la idea y su realización—el libro de las romerías se hace amable, efusivo, muy grato. Vaya mi parabien más sincero a los autores Srta. Baleztena y Sr. Astiz. Unos reparos y no ciertantente por prurito alguno de critico.. sino para que les sirvan de reflexión la obra futura que ha de completar ésta—: ¿Por qué esa portada tan oscura y lúgubre de color? La romería es flor primaveral—se dice bellamente en el prólogo—y creo que hubiese entonado mejor con el -tema un color más risueño, incluso un dibujo menos duro de líneas. Lozano, el gran dibujante, ha captado bien la recia psicologia de Ujué y de Roncesvalles pero ésa no encara el tono general de nuestras romerías. Claro que esto va en gustos y, en realidad, yo apunto el mio. Luego, Se me figura que el texto escrito está proporcionadamente dosificado. Así como me parece un acierto que cada romeria lleve el apunte histórico que se haya podido lograr, o el que haya quedado del caudal hoy por desgracia, poco abundoso de la tradición, y después venga el dibujo literario de la fiesta, no me parece tan acertado que el dibujo literario ocupe tanto espacio. Pero en fin de cuentas, mayores son las gracias que estos reparos. Es de suponer—y así yo lo deseo-que este libro adquiera filiación de vecindad en todos nuestros pueblos y sea el libro predilecto de los hogares.— E. E.
El libro de Dolores Baleztena y Miguel Angel Astiz se titula “Rumerías Navarras’: está editado en los talleres de Regino Bescanca. Tiene 364 páginas, m´s las que lleva de caché con grabados y fotografías. que son de los señores Lozano, Uranga, Zubieta, Ardanaz, Ginés, Zaragüeta, Pérez, Jaurrieta, Eusa, Albéniz: tiene grabados antiguos un epílogo a Santa Maria la Real, varias canciones (letra y música) y el caendario de las romerías.
E. E. = Eladio Esparza, en la sección Mi gacetilla de Diario de navarra, del 29 de septiembre de 1944
