EL GRAN INCENDIO Y OTROS HECHOS PRODIGIOSOS.
Ocurrió el día 15 de octubre de 1616. Por causas que se desconocen el incendio se cebó en el presbiterio, quemándose el altar mayor y una gran parte del ornato del templo. El retablo muy artístico, que había sido fabricado pocos años antes, quedó reducido a cenizas. La imagen de la Virgen se salvó milagrosamente de las llamas.
Cuéntase que la imagen se sostuvo en el aire mientras duró el incendio, sin que las llamas le afectaran, hasta que, providencialmente, llegara un devoto de la Virgen de Ujué que retiró la imagen a una capilla. Este retablo incendiado había sido construído en 1607 por Juan Frías de Salazar, contratado por Pedro Zabalza, primciero y beneficiado de Ujué.
El 16 de octubre de 1916 se conmemoró el tercer centenario de este milagro de la preservación de la imagen de las llamas cuando se quemó el altar. Por la mañana los auroros de Ujué despertaron el vecindario cantando la aurora:
Fue milagro obrado por María
ha trescientos años que su altar ardió
siendo pasto de voraces llamas
quedando intacta la madre de Dios
Por tanto favor
Demos gracias a Santa Teresa
día señalado del fuego feroz.
El 15 de octubre, festividad de santa Teresa, se celebraban las fiestas pequeñas de Ujué, rememorando el milagro en que la imagen de la Virgen no fue pasto de las llamas. Estos días festivos se celebraron hasta 1962, fecha en que el alcalde Don Porfirio Ayesa, decidió trasladar la fiestas pequeñas al 15 de Mayo, día de san Isidro Labrador, ya que Ujué es un pueblo eminentemente agrícola y en las fechas otoñales coincidía con la vendimia.
Los amigos de Ujué-Uxuezaleak, celebraban el día de la Asociación en el domingo más próximo al 15 de octubre, rememorando la efemérides descrita. Este día por distintas causas ha caído en el olvido y a día de hoy ya no se programa ningún festejo, a pesar del gran acontecimiento de 1616.
Ocurrió el día 15 de octubre de 1616. Por causas que se desconocen el incendio se cebó en el presbiterio, quemándose el altar mayor y una gran parte del ornato del templo. El retablo muy artístico, que había sido fabricado pocos años antes, quedó reducido a cenizas. La imagen de la Virgen se salvó milagrosamente de las llamas.
Cuéntase que la imagen se sostuvo en el aire mientras duró el incendio, sin que las llamas le afectaran, hasta que, providencialmente, llegara un devoto de la Virgen de Ujué que retiró la imagen a una capilla. Este retablo incendiado había sido construído en 1607 por Juan Frías de Salazar, contratado por Pedro Zabalza, primciero y beneficiado de Ujué.
El 16 de octubre de 1916 se conmemoró el tercer centenario de este milagro de la preservación de la imagen de las llamas cuando se quemó el altar. Por la mañana los auroros de Ujué despertaron el vecindario cantando la aurora:
Fue milagro obrado por María
ha trescientos años que su altar ardió
siendo pasto de voraces llamas
quedando intacta la madre de Dios
Por tanto favor
Demos gracias a Santa Teresa
día señalado del fuego feroz.
El 15 de octubre, festividad de santa Teresa, se celebraban las fiestas pequeñas de Ujué, rememorando el milagro en que la imagen de la Virgen no fue pasto de las llamas. Estos días festivos se celebraron hasta 1962, fecha en que el alcalde Don Porfirio Ayesa, decidió trasladar la fiestas pequeñas al 15 de Mayo, día de san Isidro Labrador, ya que Ujué es un pueblo eminentemente agrícola y en las fechas otoñales coincidía con la vendimia.
Los amigos de Ujué-Uxuezaleak, celebraban el día de la Asociación en el domingo más próximo al 15 de octubre, rememorando la efemérides descrita. Este día por distintas causas ha caído en el olvido y a día de hoy ya no se programa ningún festejo, a pesar del gran acontecimiento de 1616.
