Ujue (Na)
Santuario de Santa María; su disposición interior recuerda al templo de Leyre: combinación de una cabecera románica con una gran nave gótica. La originaria iglesia románica de tres naves fue desmontada para acometer la construcción gótica. Además de la cabecera, queda como estrictamente románico el triple arco que separa la cabecera de la nave, las capillas interiores de los ábsides y los tambores exteriores de esos ábsides. En cuanto a su escultura, situada en los capiteles, destaca su traza primitiva y elemental, en los que sin embargo se aprecia que el artista es sensible a la corriente artística de aquellos años que se mueve por el camino de Santiago.
La cabecera está formada por tres ábsides semicirculares y un tramo de nave delante de cada uno de ellos. El ábside central dispone de una ventana al eje, está enmarcado portriple arquería, siendo el central el que corresponde con el vano; setrata de vanos baquetonados enmarcados por moldura ajedrezada y los arcos descansan en capiteles, de los que sólo uno es original, y se decora con una figura masculina y elementos vegetales. En su perímetro nos encontramos con un banco corrido, se cubre con bóveda de medio cañón. La capilla meridional dispone de otra ventana enmarcada por un arco de medio punto, formado por un baquetón culminado con ajedrezado, los dos capiteles presentan motivos vegetales. La capilla septentrional es bastante similar, los capiteles del vano nos muestran ecoración vegetal y zoomorfa, se cubre on bóvda de horno. Ante los ábside se extienden tres naves, de las qu solo se conserva un tramo, la separción se realiza por medio de arcos rebajados doblados sostenidos por semicolumnas adosadas a las pilastras de separción de los ábsides. Estos pilares de planta cruciforme se rematan con capiteles figurados y vegetales.
Imagen de la Virgen con el Niño; estamos ante una imagen de María sedente, en postura frontal y simétrica, sobre un trono cuadrangular y estrecho. Su brazos doblados en ángulo recto, enmarcando al Niño, que está completamente frontal sentado sobre las rodillas de su madre. Actualmente vemos una imagen forrada de plata dorada obra realizada por un orfebre a mediados del siglo XX.
Santuario de Santa María; su disposición interior recuerda al templo de Leyre: combinación de una cabecera románica con una gran nave gótica. La originaria iglesia románica de tres naves fue desmontada para acometer la construcción gótica. Además de la cabecera, queda como estrictamente románico el triple arco que separa la cabecera de la nave, las capillas interiores de los ábsides y los tambores exteriores de esos ábsides. En cuanto a su escultura, situada en los capiteles, destaca su traza primitiva y elemental, en los que sin embargo se aprecia que el artista es sensible a la corriente artística de aquellos años que se mueve por el camino de Santiago.
La cabecera está formada por tres ábsides semicirculares y un tramo de nave delante de cada uno de ellos. El ábside central dispone de una ventana al eje, está enmarcado portriple arquería, siendo el central el que corresponde con el vano; setrata de vanos baquetonados enmarcados por moldura ajedrezada y los arcos descansan en capiteles, de los que sólo uno es original, y se decora con una figura masculina y elementos vegetales. En su perímetro nos encontramos con un banco corrido, se cubre con bóveda de medio cañón. La capilla meridional dispone de otra ventana enmarcada por un arco de medio punto, formado por un baquetón culminado con ajedrezado, los dos capiteles presentan motivos vegetales. La capilla septentrional es bastante similar, los capiteles del vano nos muestran ecoración vegetal y zoomorfa, se cubre on bóvda de horno. Ante los ábside se extienden tres naves, de las qu solo se conserva un tramo, la separción se realiza por medio de arcos rebajados doblados sostenidos por semicolumnas adosadas a las pilastras de separción de los ábsides. Estos pilares de planta cruciforme se rematan con capiteles figurados y vegetales.
Imagen de la Virgen con el Niño; estamos ante una imagen de María sedente, en postura frontal y simétrica, sobre un trono cuadrangular y estrecho. Su brazos doblados en ángulo recto, enmarcando al Niño, que está completamente frontal sentado sobre las rodillas de su madre. Actualmente vemos una imagen forrada de plata dorada obra realizada por un orfebre a mediados del siglo XX.
