CORAZóN DEL REY CARLOS II: El discutido monarca navarro acabó sus infortunados días en Pamplona, el primero de enero de 1386. Su muerte está ensombrecida por legendarias circunstancias dramáticas.Cumpliendo la voluntad del soberano, su cadáver fue confíado a las manos de Samuel Trigo, judío de Zaragoza, quien extrajo su corazón e intestinos, embalsamando su cuerpo. Las vísceras fueron puestas en dos picheles de estaño soldados por Juan el estañero.Su cuerpo recibió sepultura en la catedral de Pamplona, las entrañas en Roncesvalles, y el pichel con el corazón fue llevado a Ujué, donde se celebraron solemnes exequias en mayo.