Ujué, uno de los
pueblos más despoblados de
Navarra se estrena este 2017 con la
placa de
pueblo bonito y un gran reto por delante: empedrar las
calles y adecentar las
fachadas. Cada
familia va a pagar un extra de 200 euros en el recibo de la contribución para sufragar las obras. Quieren poner a su pueblo en el
mapa y acabar con la despoblación.