Posee una iglesia de origen románico, remodelada en el siglo XVI, dedicada a San Juan Bautista. El retablo mayor es de estilo barroco tardío. Poseía un magnífico palacio que fue quemado por los franceses en la guerra de la independencia, probablemente como represalia a las acciones del guerrillero Javier Mina, que estuvo refugiado en este pueblo. Actualmente está primorosamente restaurado por sus vecinos.