Amigo Casa del Perú, hace tiempo que no nos deleitas con uno de los relatos de tu padre que a mi me recuerdan tanto a las “Memorias de un cazador” de Turgeniev. Yo tuve la suerte de conocerlo, ya en el ocaso de su vida y guardo un recuerdo entrañable de aquellas pláticas (como dicen los mejicanos) que tuvimos. Era un archivo viviente con una conversación amena, una memoria prodigiosa y una entrañable querencia hacia sus raíces gudiñesas. Una de las historias que más me impresionó, por lo inverosímil, ... (ver texto completo)