AQUEL HOMBRE SOÑADOR
Hace más de treinta años, un hombre venido del Centro de España a Galicia, quería hacer parte del Camino de Santiago, Todo era ilusión y pensamiento positivo, con su mochila acuestas se pego muchas jornadas andando por diferentes lugares, conociendo paisajes y paisanajes que le daban que pensar, en su caminar solitario que le hizo reflexionar esa tan gran marcha para llegar a ese destino que muchos peregrinos lo usaban, estuvo noches incluso durmiendo a la intemperie, sin notar miedo incluso estando al lado de arboledas gigantes, y comiendo cuando podía en lugares distintos, y por fin pudo llegar a Santiago de Compostela, donde paso un par de días conociendo aquel lugar encantado, tuvo la suerte de estar visitando al Patrón de Galicia, y esa Catedral hermosa y fabulosa de Compostela, sentirse un peregrino le hacía mirar a su pasado, ese hombre que fue muy religioso, tuvo sus crisis de creyente, y paso por dudar de todo y se prometió que visitaría esa tierra andando, para recuperar su antigua vocación cristiana, con el pasó de los días este hombre castellano se dio cuenta que su cuerpo había aguantado todo ese recorrido sin sentirse agotado, y estuvo visitando bares y demás lugares que le llamaban la atención, luego intento de nuevo volver, y el camino andando era duro, el frío del otoño con la lluvia le parecía demasiado para su cuerpo ya metido en años, subiendo en un autobús que le dejará en cualquier lugar donde pudiera subir al tren, y parece que todo se le fue arreglando, llegando a su destino sin demasiados problemas, una vez en su casa, haciendo resumen de aquel viaje, le parecía distinto al ser un peregrino que solo buscaba la Paz, era como dejar su huella en todo aquel recorrido que ya jamás olvidaría, su viaje a Galicia le hicieron cambiar de opinión sobre su futuro.
G X Cantalapiedra,
Hace más de treinta años, un hombre venido del Centro de España a Galicia, quería hacer parte del Camino de Santiago, Todo era ilusión y pensamiento positivo, con su mochila acuestas se pego muchas jornadas andando por diferentes lugares, conociendo paisajes y paisanajes que le daban que pensar, en su caminar solitario que le hizo reflexionar esa tan gran marcha para llegar a ese destino que muchos peregrinos lo usaban, estuvo noches incluso durmiendo a la intemperie, sin notar miedo incluso estando al lado de arboledas gigantes, y comiendo cuando podía en lugares distintos, y por fin pudo llegar a Santiago de Compostela, donde paso un par de días conociendo aquel lugar encantado, tuvo la suerte de estar visitando al Patrón de Galicia, y esa Catedral hermosa y fabulosa de Compostela, sentirse un peregrino le hacía mirar a su pasado, ese hombre que fue muy religioso, tuvo sus crisis de creyente, y paso por dudar de todo y se prometió que visitaría esa tierra andando, para recuperar su antigua vocación cristiana, con el pasó de los días este hombre castellano se dio cuenta que su cuerpo había aguantado todo ese recorrido sin sentirse agotado, y estuvo visitando bares y demás lugares que le llamaban la atención, luego intento de nuevo volver, y el camino andando era duro, el frío del otoño con la lluvia le parecía demasiado para su cuerpo ya metido en años, subiendo en un autobús que le dejará en cualquier lugar donde pudiera subir al tren, y parece que todo se le fue arreglando, llegando a su destino sin demasiados problemas, una vez en su casa, haciendo resumen de aquel viaje, le parecía distinto al ser un peregrino que solo buscaba la Paz, era como dejar su huella en todo aquel recorrido que ya jamás olvidaría, su viaje a Galicia le hicieron cambiar de opinión sobre su futuro.
G X Cantalapiedra,