PONTEDEUME: UN AMOR SIN DESPEDIDA...

UN AMOR SIN DESPEDIDA
Aquel hombre con sus 29, años, pensaba que su amor desde hacía algún tiempo, sería para toda su vida, Se sentía como privilegiado, la joven que salía con él la mayoría de los días a pasear, estaba harta de su pasibilidad, de no hacerla ni caso, de ver que pasaban los días sin hablar de su futuro, y llegó a un momento, que la joven estaba dispuesta a macharse de su Galicia, y tratar de emprender una nueva vida, tan solo precisaba una mano amiga, para arrancar de aquel ambiente, donde solo oía decir, mañana no me esperes, tengo cita en Coruña con mis amigos de la infancia, y otras veces se marchaba a cualquier lugar donde hubiera diversión de solteros. Pero aquel fin de semana de octubre, vino el hermano de la joven que vivía en Madrid, y sin avisar siquiera, se montó con el en su automóvil, Para dirigirse a la capital de España, donde pronto empezó a trabajar y a conocer nuevas personas, y en el plazo de dos meses, ya salía con un vecino de su misma edad y soltero, con el que sin pasar mas de dos años contrajo matrimonio, y empezó a sentirse importante, y sobre todo muy respetada.
Su antiguo novio quiso saber dónde se había marchado, la familia de la joven le dijo que al extranjero, pero nunca la verdad de su marcha, y el joven pronto encontró la horma de su zapato, empezó saliendo con una mujer de fuera de allí, que le hacía desprecios y humillaciones a diario, y sus esperas eran interminables, empezando a darse cuenta de lo que el mismo había hecho a su antigua novia, se lo estaba devolviendo con creces, esta ultima joven, que ni sabía de donde venía ni lo que tenía en su mente, El joven quería cortar con ella, pero sus amigos de diversión se estaban todos casando, y al quedarse solo se veía acorralado y confundido, sin saber por dónde tirar. La vida nos pone a cada uno en su lugar, eso le dijo su madre al joven, que se quedaba pensando, en aquel amor de Galicia, con sus dulces palabras, y su saudade o morriña, Ya no tenía marcha atrás, el futuro a veces nos lleva a callejones sin salida, a los amores que no hicimos demasiado caso, y luego les echamos de menos. Pero el futuro siempre deja su realidad, unas veces tortuosa, y otras maravillosas. Y Galicia sabe muy bien de esos amores sin despedida. Quizá tengan sus razones ocultas. G X Cantalapiedra.