Hacía más de 30 años que no pasaba el día del
Cristo en
Lagunilla. Este año, durante el mes de agosto, pensamos en
casa que había llegado el momento de asistir a la celebración; no obstante, teníamos pensado ir de mañana y volver por la tarde, pero no habíamos concretado nada y teníamos que gestionar el consiguiente permiso profesional para ese día.
El 2 de septiembre, recibí un
mensaje de mi prima Angelines invitándonos al evento. Como respondí sin una respuesta clara y definitiva. Ese mismo día,
... (ver texto completo)