La mano de dios
Bendigo al
cielo que nos pusó en un mismo
camino
te descubrió mi corazón en el momento preciso
cuando mi alma buscaba liberarse del dolor
y del hastío.
No se como pude poner la sabiduría divina
en tela de juicio, siempre renegué de mi mala
suerte, de no tener a lo que yo creía era
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