ÑA CAÍDA DEL CALIFATO DE CÓRDOBA Y LA DESINTEGRACIÓN DE LA ESPAÑA MUSULMANA. (1008 - 1031)
Los mercenarios de origen beréber procedentes del norte de Äfrica que al - Mansur había introdicudo en el reino andaluz, se convirtieron, después de la muerte de al - Muzaffar, en un partido activo que pronto se enfrentó a los mismos andaluces y a los grupos de eslavones. Las medidas adoptadas por äbd -al - Rahmán Sanchuelo, le hicieron bien pronto impopular (409, I, 86 - 87): se ganó la enemistad de los cordobeses al hacerse nombrar por el califa Hisám II, que seguía reinando de forma puramente nominal, presunto heredero de la corona (rabí I del año 399/noviembre de 1008); la exasperación de los cordobeses creció aún más cuando exigió (13 de yumadá I del 300/13 de enero de 1009) a los dignatarios y funcionarios del gobierno que llevarán turbantes según la moda bereber, en su palacio de al - Zahira (189, 307 - 190, II, 283). Tras un complot urdido en su contra, el hijo menor de al - Mansur fué ejecutado cerca de Córdoba por los partidarios del pretendiente marwaníMuhammad III- B. hissám b, Ábd al-Yabbár --un biznieto de Ábd al- Rahmán III--. el 3 de rayáb del año 399/3 de marzo de 1009. El populacho saqueó la residencia ämiri de al- Zahira y la redujo a ruinas.
A partir de entonces, el reino de Córdoba atravesó por un período de grave agitación; pretendientes y contraprtendientes, apoyándose en los béreberes o en los enemigos de estos, precipitaron la disgregación de la España califal.
Las crónicas musulmanas se muestran muy lacónicas en cuanto a la suerte corrida por Hissám II. Parece que fue ejecutado en 403/ 1013. La mayor confusión reinó en Córdoba durante un decenio. En 418/1027, los dignatarios cordobeses nombraron calífa a un príncipe de nacimiento marwaní, Hissám III, pero su capacidad de gobierno resultó casi nula.
Una sublevacvión popular acabó con el reino de este calífa, el cual halló en la Marca Superior, en Lérida, donde murió, en el anononimato. los representantes de las grandes familias cordobesas decidierón suprimir de forma definitiva el califato omeya. A partir de 422/1031, la ciudad propiamente dicha y el territorio dependiente de ella serián administrados por un consejo de notables. Se puso así fin a la larga serie de soberanos marwaníes que habían gobernado al - Andalus desde la restauración omeya en Occidente.
Los mercenarios de origen beréber procedentes del norte de Äfrica que al - Mansur había introdicudo en el reino andaluz, se convirtieron, después de la muerte de al - Muzaffar, en un partido activo que pronto se enfrentó a los mismos andaluces y a los grupos de eslavones. Las medidas adoptadas por äbd -al - Rahmán Sanchuelo, le hicieron bien pronto impopular (409, I, 86 - 87): se ganó la enemistad de los cordobeses al hacerse nombrar por el califa Hisám II, que seguía reinando de forma puramente nominal, presunto heredero de la corona (rabí I del año 399/noviembre de 1008); la exasperación de los cordobeses creció aún más cuando exigió (13 de yumadá I del 300/13 de enero de 1009) a los dignatarios y funcionarios del gobierno que llevarán turbantes según la moda bereber, en su palacio de al - Zahira (189, 307 - 190, II, 283). Tras un complot urdido en su contra, el hijo menor de al - Mansur fué ejecutado cerca de Córdoba por los partidarios del pretendiente marwaníMuhammad III- B. hissám b, Ábd al-Yabbár --un biznieto de Ábd al- Rahmán III--. el 3 de rayáb del año 399/3 de marzo de 1009. El populacho saqueó la residencia ämiri de al- Zahira y la redujo a ruinas.
A partir de entonces, el reino de Córdoba atravesó por un período de grave agitación; pretendientes y contraprtendientes, apoyándose en los béreberes o en los enemigos de estos, precipitaron la disgregación de la España califal.
Las crónicas musulmanas se muestran muy lacónicas en cuanto a la suerte corrida por Hissám II. Parece que fue ejecutado en 403/ 1013. La mayor confusión reinó en Córdoba durante un decenio. En 418/1027, los dignatarios cordobeses nombraron calífa a un príncipe de nacimiento marwaní, Hissám III, pero su capacidad de gobierno resultó casi nula.
Una sublevacvión popular acabó con el reino de este calífa, el cual halló en la Marca Superior, en Lérida, donde murió, en el anononimato. los representantes de las grandes familias cordobesas decidierón suprimir de forma definitiva el califato omeya. A partir de 422/1031, la ciudad propiamente dicha y el territorio dependiente de ella serián administrados por un consejo de notables. Se puso así fin a la larga serie de soberanos marwaníes que habían gobernado al - Andalus desde la restauración omeya en Occidente.