Casa Deán y al fondo la Catedral Vieja, PLASENCIA

El 27 de abril de 1465, el rey Enrique IV de Castilla fue depuesto en Plasencia. Algunas semanas más tarde, el conde de Plasencia, Álvaro de Zúñiga y Guzmán, participó en la Farsa de Ávila, quitándole la espada, que simbolizaba la justicia, a la estatua de madera que representaba al rey castellano y proclamando rey en su lugar al infante Alfonso. En 1475, después de la muerte de Enrique IV, el conde de Plasencia tomó partido a favor de Juana de Trastámara, apellidada "Beltraneja" por sus detractores que decían que ella era hija de Beltrán de la Cueva y no de Enrique, en la sucesión al trono de Castilla, contra la otra pretendiente, la media-hermana de Enrique, Isabel, que sería conocida como "la Católica". Esta crisis de sucesión llevó a la Guerra de Sucesión de Castilla, en la cual también participaron Francia y Portugal. Enrique IV de Castilla fue rey de Castilla desde 1454 hasta su muerte en 1474. Algunos historiadores le llamaron despectivamente «el Impotente». Era hijo de Juan II y de María de Aragón, y hermano paterno de Isabel, que se proclamó reina a su muerte, y de Alfonso, que le disputó el trono en vida.Álvaro de Zúñiga y Guzmán, también de Estúñiga, de Stúñiga o de Stunica fue tronco de la casa de Zúñiga, justicia mayor de Castilla y alguacil mayor de Castilla. Primer caballero del reino, declarado por el rey Enrique IV el 3 de mayo de 1464, alcaide de la fortaleza de Burgos, administrador del maestrazgo de la Orden de Alcántara, II conde de Plasencia, creado I duque de Arévalo en 1469 por merced del rey de Castilla, Enrique IV, revertido a la corona de Castilla por los Reyes Católicos y creado I duque de Plasencia en 1480, I conde de Bañares y I duque de Béjar, otorgados por la reina Isabel I en 1485, ricohombre de Castilla, señor de Zúñiga y Mendavia en Navarra, y de Béjar y Bañares, en Castilla y, por herencia de su madre Isabel de Guzmán y Ayala, VIII señor de Gibraleón. El 5 de junio de 1465, en un lugar en los alrededores de Ávila, un grupo de grandes nobles castellanos depuso en efigie al rey Enrique IV de Castilla y proclamó rey en su lugar a su medio hermano el infante Alfonso, más conocido como "Alfonso el Inocente". Esta ceremonia fue llamada por sus detractores la «farsa de Ávila» y con ese nombre ha pasado a la historia. Alfonso de Castilla, conocido también en su tiempo como Alfonso el Inocente. Infante de Castilla, fue hijo del rey Juan II de Castilla y de la reina Isabel de Portugal, y hermano de la futura reina Isabel I de Castilla, más conocida como Isabel la Católica. Juana de Castilla, llamada por sus adversarios «la Beltraneja» fue una infanta castellana, reina proclamada de Castilla y de León y reina consorte de Portugal. Destituida de su rango, hubo de renunciar por tratado a todos sus títulos y señoríos, incluso a su calidad de infanta castellana y de alteza, quedando llamada oficialmente, por real decreto portugués, «a Excelente Senhora» hasta el final de su larga vida en el exilio de Portugal. Fue la única hija y heredera de Enrique IV y de su segunda esposa, la reina Juana de Portugal, hija de Eduardo I de Portugal. Una parte de la nobleza castellana no la aceptó como hija biológica del rey, su padre, a quien acusó de haber obligado a la reina —su mujer— a tener un hijo con su favorito, Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque, a pesar de que ambos habían jurado solemnemente que no había sido así. Beltrán no se encontraba en lugar necesario para ello en las fechas concretas. Había sospechas sobre la impotencia de Enrique IV, ya que previamente había estado casado con la infanta Blanca de Navarra y el matrimonio se declaró nulo porque nunca llegó a consumarse. Además, Enrique IV no tuvo más hijos ni con su mujer ni con ninguna de sus amantes. Beltrán de la Cueva fue un noble, político y militar castellano, considerado uno de los personajes más importantes de su tiempo, por ser valido de Enrique IV de Castilla, junto a Juan Pacheco, marqués de Villena, y a Miguel Lucas de Iranzo, condestable de Castilla. Isabel I de Castilla fue reina de Castilla desde 1474 hasta 1504, reina consorte de Sicilia desde 1469 y de Aragón desde 1479, por su matrimonio con Fernando de Aragón. También ejerció como señora de Vizcaya, territorio autónomo por entonces pero que había pasado a estar gobernado por la corona de Castilla. Se la conoce también como Isabel la Católica, título que les fue otorgado a ella y a su marido por el papa Alejandro VI mediante la bula Si convenit, el 19 de diciembre de 1496. Es por lo que se conoce a la pareja real con el nombre de Reyes Católicos, título que usarían en adelante prácticamente todos los reyes de España. Se llama Guerra de Sucesión Castellana al conflicto bélico que se produjo de 1475 a 1479 por la sucesión de la Corona de Castilla entre los partidarios de Juana de Trastámara, hija del difunto monarca Enrique IV de Castilla, y los de Isabel, hermanastra de este último.
(18 de Abril de 2019)