MEMBRIO: RELATOS AL ATARDECER-LVIII....

RELATOS AL ATARDECER-LVIII.
BISCÚTER. El Biscúter fue un microcoche fabricado en España a mediados del siglo XX.
La falta de materia prima y, en general, las dificultades económicas de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, hicieron populares coches diminutos en muchos países europeos. En España la situación era más complicada, ya que la dictadura de Francisco Franco era rechazada por muchos gobiernos occidentales y comunistas como un resto del fascismo. En consecuencia, España sufrió un aislamiento relativo del resto del mundo industrializado, funcionó a unos niveles inferiores de desarrollo comparado con la Europa Occidental y tuvo que desarrollar sustitutos propios de productos y tecnologías de importación difíciles de conseguir. El Biscúter, pequeño, simple y barato, incluso en comparación con otros microcoches, fue un producto de este entorno económico y se adaptó bien a su tiempo y a su mercado.
El coche tiene sus orígenes en Francia, a finales de los años 1940, donde Gabriel Voisin, diseñador de aviones y titular de la prestigiosa fábrica de automóviles Voisin, diseñó un coche mínimo llamado Bi-scooter. El nombre implicaba que era del tamaño de dos motos scooter o bien una moto scooter con cuatro ruedas. En Francia, la idea no atrajo el interés de los fabricantes ni del público, pero ocurrió todo lo contrario en la España de la posguerra, y finalmente vendió la licencia a la firma española Autonacional S. A.
Cuando se introdujo en el mercado en 1953, el coche no tenía nombre formal y se llamaba simplemente Serie 100, pero pronto pasó a ser conocido como «Zapatilla», por su perfil similar a una zapatilla. El Zapatilla realmente estaba simplificado al mínimo, sin puertas, ventanas ni marcha atrás. El motor Hispano Villiers de un cilindro, 197 cc y dos tiempos desarrollaba 9 CV, se arrancaba con un tirador y tenía la trasmisión solamente a la rueda delantera derecha. El frenado se realizaba con un sistema poco común de tres puntos, que incluía la transmisión y cables a las ruedas traseras. Una característica realmente avanzada fue una carrocería completamente de aluminio, aunque más tarde se usara acero.
Tras un intento fallido de ofrecer el diseño primigenio en el mercado francés, Gabriel Voisin recibió la petición inesperada de su desarrollo y comercialización para España, hambrienta por aquel entonces de todo cuanto supusiese motorización.
El diseño partía de una sofisticada voluntad de reducir a su mínima expresión la movilidad, racionalizando y maximizando así los beneficios del automóvil, y obteniendo así velocidades razonables para consumos nunca vistos. Con este propósito empleaba materiales ligeros que a su vez ni siquiera requerían procesos de pintado, además de seguir el esquema entonces muy avanzado de la tracción delantera. Era un automóvil sumamente agudo y simple. Este planteamiento, si bien por su austeridad no atrajo la suficiente atención allí donde fue propuesto, era perfecto para la España de posguerra.
A partir de 1954 La sociedad Autonacional ASA lo fabricó con éxito en Barcelona. La red de concesionarios se extendió rápidamente por toda España, y el Biscúter conoció un periodo de esplendor de varios años, tras los cuales desapareció por completo. En la fase final, con el Seat 600 ya en el mercado.
Más allá de 1959-60 muere el coche y nace la leyenda, pero cabe preguntarse qué habría pasado si, en lugar de desaparecer, el Biscúter y Autonacional hubiesen logrado sobrevivir industrialmente.
El Biscúter floreció durante aproximadamente 10 años y se convirtió en un visitante habitual de las carreteras españolas. Poco a poco se le añadieron puertas y ventanas y se fabricaron formas de carrocería distintas, incluyendo camionetas, una elegante furgoneta con caja de madera (el Biscúter Comercial 200 C) y un deportivo casi de juguete llamado Biscúter Pegasín.
El gobierno crea en 1950 la empresa pública SEAT, que fabricará desde 1953 bajo licencia coches de FIAT, además de autorizar poco después el establecimiento de fábricas de otras marcas como Renault en 1952 o Citroën en 1957. Al principio, incluso los modelos de diseño italiano o francés más baratos eran considerados coches de lujo, fuera del alcance del consumidor español medio. Con el paso del tiempo y el enriquecimiento del país, SEAT fue obteniendo mayores cuotas de ventas y acabó por expulsar del mercado a las marcas de coches pequeños cuando, en 1957, empezó la fabricación del modelo 600 a un precio muy competitivo.
A principios de los años 1960 terminó la venta y producción de Biscúter, tras una producción total de unos 12.000 coches. Actualmente los Biscúter son curiosidades de museo, aunque, como muchas otras marcas desaparecidas, tiene seguidores entre los entusiastas del automóvil.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Que buen reflejo de este casi juguete. He visto alguno pero muy pocos en concentraciones de coches clásicos.
No nací a tiempo de conocerlo en su tiempo.

Gracias por toda su explicación. Saludos