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Guerra de zalaca
Se le conoce como Puente de Cantillana
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Patio de estilo mudéjar del interior del Museo Arqueológico Provincial, en el Palacio de los Condes de la Roca.
La colección de estelas del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz es una de las más importantes de la Península Ibérica.
La Puerta de Palmas es uno de los monumentos más representativos de Badajoz (siglo XVI).
La Plaza de la Soledad es otro de los rincones de Badajoz dotado de incomparable belleza, hermoseada por la Ermita de la Virgen de la Soledad (siglo XX), tan venerada por los habitantes de la ciudad; el Edificio de las Tres Campanas (de los siglos IX al XX) y la sensual Giralda (siglo XX) de impecable factura historicista, son representación de la singular arquitectura que a finales del siglo XIX y principios del XX, llenaría de encantadores espacios el Casco Antiguo de Badajoz.
Arco o Puerta del Capitel, se trata de un arco de herradura de sabor genuinamente moro, teniendo en la parte superior un capitel romano en mármol.
La Torre de Espantaperros, es el verdadero icono de la ciudad, representando una visión evocadora e hipnotizante.
Es el escudo de la ciudad de Badajoz.
La Torrea de Espantaperros dominando la Plaza Alta.
Este convento fue una fundación del Obispo Amador Merino Malaguilla de 1733, quien propuso abrazar las Constituciones de las Carmelitas Descalzas a las beatas instaladas en el beaterio de Nuestra Señora de los Ángeles desde varios años atrás. La construcción de la capilla fue sufragada por el Teniente General D. Alonso de Escobar.
Al parecer, el Fuerte de San Cristóbal fue la primera de las construcciones que se levantaron en la fortificación moderna de Badajoz. Sus obras se iniciaron en 1641 sobre el cerro de San Cristóbal, como principal avanzada de las defensas de la ciudad en la orilla derecha del Guadiana. Fue intentado asaltar por los ejércitos portugueses en 1658 y británico en 1811, sin que nunca llegara a ser conquistado.
En la portada del Convento de Santa Ana, tal como observamos encima de la hornacina con la imagen de Santa Ana, aparece el escudo con las Armas Reales de las Casas de Austria y Borbón labrado en el siglo XVIII.
El convento fue fundado en 1518 por Leonor Laso de la Vega y Figueroa, quien fu su abadesa durante 40 años. Era hija del badajocense Lorenzo Suárez de Figueroa y Mendoza, embajador de los Reyes Católicos en Venecia, donde encargó su lauda sepulcral que hoy se conserva en el claustro de la Catedral. En 1580 el coro de su capilla fue lugar de enterramiento temporal de la reina Ana de Austria, esposa de Felipe II, que se alojaban en el vecino palacio de los Fonseca, patronos del convento. Desde 1771 ... (ver texto completo)