Al parecer, el Fuerte de San Cristóbal fue la primera de las construcciones que se levantaron en la fortificación moderna de Badajoz. Sus obras se iniciaron en 1641 sobre el cerro de San Cristóbal, como principal avanzada de las defensas de la ciudad en la orilla derecha del Guadiana. Fue intentado asaltar por los ejércitos portugueses en 1658 y británico en 1811, sin que nunca llegara a ser conquistado.
Dominando una cota elevada al otro lado del Guadiana, a la vez que defendía la ciudad, evitaba que el enemigo pudiera ocupar un montículo desde el que bombardear la ciudad.
Dominando una cota elevada al otro lado del Guadiana, a la vez que defendía la ciudad, evitaba que el enemigo pudiera ocupar un montículo desde el que bombardear la ciudad.