Con versos libres,
arrítmicos, asimétricos;
exentos de medida y fuerza,
permíteme hoy que te diga mocita,
que a mi me importa un higo chumbo
y se me apuras, una arroba de bellotas con figas,
que tu apreciación respecto a si estoy equivocado o no
si digo, que en las amplias Extremaduras las encuestas dicen
que, de todas las que forman el mosaico de ésta aún más grande nación
que es España; o las Españas como digo yo, es la nuestra, la que se lleva la palma
en cuanto a menos afluencia de gente interesada en leer libros buscando información o saber.
Lo que no quiere decir, naturalmente, que no haya otras gentes inquietas, bien formadas,
y ávidas por saber o al menos por entender lo que ocurre a su alrededor, pues, sabido es,
que quien carente de información pretende deleitar o asombrar a otros con su erudición,
no es más que el tonto del bote del que se ríen los demás, tras constatar el gran error
del que quiere aparentar ser sabio, siendo zoquete integral o matojo asilvestrado
de los que hay muchos en cualquier lugar. Sea en la selva urbana, los montes
o las sabanas de los enclaves rurales donde ellos se solazan en su holganza
despreciable por inútil y atrasada. Y que conste, que tu no eres culpable
porque yo sé que ya sabes, que el tuerto es rey donde sólo ciegos hay.
Y es lo que hay, porque llegó a mis picudas orejas que los hay ahí,
quienes confunden galaperos con olivos y los rábanos con coles.
¡Tiene bemoles! Y llegando hasta aquí, no sé si llorar o reír
porque me parece a mi; que no debo ensalzar siempre
el sitio donde nací ya que, si se percibe algún fallo,
este se debe siempre que sea posible; enmendar
o corregir, ya que lo contrario suele ser hacer,
lo mismo que el avestruz, pretendiendo
luego, seguir volando a ras de suelo
pero diciendo, que es alto, grácil,
ágil y sumamente elevado.
Por hoy he acabado.
Salud.
arrítmicos, asimétricos;
exentos de medida y fuerza,
permíteme hoy que te diga mocita,
que a mi me importa un higo chumbo
y se me apuras, una arroba de bellotas con figas,
que tu apreciación respecto a si estoy equivocado o no
si digo, que en las amplias Extremaduras las encuestas dicen
que, de todas las que forman el mosaico de ésta aún más grande nación
que es España; o las Españas como digo yo, es la nuestra, la que se lleva la palma
en cuanto a menos afluencia de gente interesada en leer libros buscando información o saber.
Lo que no quiere decir, naturalmente, que no haya otras gentes inquietas, bien formadas,
y ávidas por saber o al menos por entender lo que ocurre a su alrededor, pues, sabido es,
que quien carente de información pretende deleitar o asombrar a otros con su erudición,
no es más que el tonto del bote del que se ríen los demás, tras constatar el gran error
del que quiere aparentar ser sabio, siendo zoquete integral o matojo asilvestrado
de los que hay muchos en cualquier lugar. Sea en la selva urbana, los montes
o las sabanas de los enclaves rurales donde ellos se solazan en su holganza
despreciable por inútil y atrasada. Y que conste, que tu no eres culpable
porque yo sé que ya sabes, que el tuerto es rey donde sólo ciegos hay.
Y es lo que hay, porque llegó a mis picudas orejas que los hay ahí,
quienes confunden galaperos con olivos y los rábanos con coles.
¡Tiene bemoles! Y llegando hasta aquí, no sé si llorar o reír
porque me parece a mi; que no debo ensalzar siempre
el sitio donde nací ya que, si se percibe algún fallo,
este se debe siempre que sea posible; enmendar
o corregir, ya que lo contrario suele ser hacer,
lo mismo que el avestruz, pretendiendo
luego, seguir volando a ras de suelo
pero diciendo, que es alto, grácil,
ágil y sumamente elevado.
Por hoy he acabado.
Salud.
