La banda de música pasando junto a la Virgen, VALENCIA

Foto de Maite VA

Fallas de Valencia

Las Fallas de Valencia (Falles en valenciano) son unas fiestas que van del 14 (plantà infantil) al 19 (cremà) de marzo con una tradición arraigada en la ciudad española de Valencia. Oficialmente empiezan el último domingo de febrero con el acto de la crida (en valenciano; 'pregón o llamada', en español).

Actualmente, esta festividad se ha convertido en un atractivo turístico muy importante, ya que además de estar catalogadas como fiesta de Interés Turístico Internacional, en noviembre de 2016 la Unesco las inscribió en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.​ Estas fiestas también son llamadas fiestas josefinas o fiestas de San José, ya que se celebran en honor de san José, patrón de los carpinteros, que era un gremio muy extendido en la ciudad cuando empezaron a celebrarse a finales del siglo XIX, y que conservó hasta la actualidad, dada la importancia de la industria del mueble en la región.

Etimología

En valenciano medieval,​ la palabra falla (del latín fac[u]la, diminutivo de fax, 'antorcha') servía para nombrar las antorchas que se colocaban en lo alto de las torres de vigilancia.

En el Llibre dels feits o Crónica de Jaime I, se cita que las tropas del rey Jaime llevaban fallas (antorchas) para iluminarse, tanto para el camino como a la entrada de las tiendas de campaña. También se utilizaban las antorchas para alumbrar una fiesta. Más adelante se hace referencia a este término para referirse a las hogueras y luminarias que se encendían en vísperas de fiestas extraordinarias y patronales.

Historia

Origen

En la víspera del día de San José se encendían hogueras para anunciar su festividad, recibiendo esa práctica ritual el nombre de «cremà».

La versión popular del origen de las fallas según el Marqués de Cruïlles, fueron iniciadas por el gremio de carpinteros que quemaban en la víspera del día de su patrón San José, en una hoguera purificadora, las virutas y trastos viejos sobrantes, haciendo limpieza de los talleres antes de entrar la primavera. Además, quemaban sus "parots” (estructuras de las que colgaban los candiles que les daban luz) puesto que con el fin del invierno y la llegada de la primavera, y al hacerse los días más largos, ya no eran necesarios. Según esta teoría, la inventiva popular le dio forma humana a estos parots. Esta leyenda romántica del origen de la fiesta contrasta con la documentación conservada en el Gremio de Carpinteros, que no cita la construcción de fallas en su víspera, sino la festividad religiosa del propio día 19 de marzo.

Existen otros autores que intentan encontrar un origen más antiguo a la fiesta, defendiendo que el culto al fuego es un ritual de tradición pagana, como ocurre con otras festividades como San Antón, las hogueras de San Juan, San Miguel o la Navidad en diversos puntos de la geografía española, en donde también se queman hogueras en su víspera. Según esta teoría, las Fallas son una evolución de este arcaico ritual que anuncia la entrada de la primavera. Este origen es “no oficial” ni está demostrado que históricamente así sea.
La primera referencia documentada de las Fallas, hasta la fecha, se reseña en un protocolo notarial del 19 de marzo de 1777, relativo a una «falla» situada en la calle de San Narciso. Posteriormente hay noticia en 1784, pero no es hasta 74 años después, en 1848, cuando se pueden encontrar publicaciones continuadas sobre la fiesta josefina.

Música

La música está intrínsecamente vinculada a las fallas, ya que es un elemento tan importante para la fiesta. Las comisiones falleras contratan para la fiesta a más de 300 bandas de música para acompañarlas a cualquiera de los actos falleros. Tradicionalmente, la música que acompaña a la fiesta son los pasodobles tradicionales y populares, como “Paquito el chocolatero”, “Amparito Roca”, “Valencia” y “El fallero”, aunque también se han introducido canciones más modernas y actuales. En estas fiestas no sólo se escuchan bandas sino que también hay grupos de música tradicional valenciana, formados por dulzainas y tamboriles. Por las noches también es importante la música, ya que se celebran las típicas verbenas con las orquestas y "discomóviles", las cuales salpican todos los barrios de la ciudad, y están abiertas a todo aquel que quiera disfrutarlas hasta el amanecer.
(18 de Marzo de 2024)