Es una belleza de
edificio tradicional. Tuve la suerte de conocer
Valencia en octubre de 2003. La
plaza de toros y la terminal de los
trenes son
arte y riqueza cultural. Bien por ustedes, sigan desarrollando y cuidando su ciudad. Debo ser sincero en decirles que no comparto la
fiesta taurina y más el hecho que aún sobreviva hasta nuestros días. Creo que deberían dejarla de lado. Por lo demás, que viva
España y que viva Valencia. Y vuestras naranjas son insuperables.Hasta pronto.