Lo que da pena de verdad no es ser o no de
elda, sino sentir asco de tu propio
pueblo.Yo he vivido dos años en elda y los recordaré toda la vida con mucho cariño, es un pueblo acogedor para el forastero y muy festivo, alegre y trabajador.En todos los
pueblos hay cosas buenas y malas, pero no debemos ver solo lo negativo.Desde aquí envío un saludo a todos los eldenses y especialmente a mis compañeros.Un beso desde la Mancha.adeu, fins altra vegada.