Entre escalerillas,
plazas y antiguas
ermitas, la gente del
barrio sigue saliendo con las sillas frente a sus
casas para conversar o, simplemente, inspirar la fragancia
nocturna y ver la gente pasar. Además, un nuevo proyecto de revitalización del casco histórico de
Alicante ha permitido que se haya convertido en un gran sitio para salir a cenar algo o tomarte una copa, con locales decorados con gusto y respetando la idiosincrasia y la
historia del lugar. La provincia de Alicante posee un buen número de
pueblos que merece la pena descubrir. Por ejemplo, la pequeña localidad turística de Guadalest, con sus
calles empedradas, multitud de
museos curiosos, el
castillo, la
ermita y ese hermoso
embalse de
aguas turquesas rodeado de
naturaleza.