En la segunda mitad del siglo XIV se produjeron cruentas guerras territoriales y fronterizas en la guerra de los dos Pedros, Pedro I de Castilla y Pedro IV de
Aragón. La ciudad de
Alicante, en la frontera de los dos reinos vivió varios y sangrientos conflictos siendo ocupada por los castellanos, que finalmente la devolvieron. El
castillo fue testigo de estos enfrentamientos. Carlos I, ya rey de Castilla y Aragón, lo fortifica y su hijo Felipe II entre 1560 y 1580, aprovechando la riqueza procedente de América, hace una gran reforma en todas las dependencias, dejándolo casi como hoy lo conocemos. Fue Juan Bautista Antonelli, arquitecto italiano autor de varias obras en la región de Alicante, como la mayoría de las
torres vigías que todavía pueblan nuestra costa, la
torre de
Santa Faz, el castillo de Benidorm y de Moraira, el
pantano de Tibi…el encargado de hacer prácticamente nuevo el castillo y más acorde con los tiempos que corrían. Entonces el peligro también venía por el
mar con los piratas berberiscos.