De su construcción islámica como alcazaba en el siglo IX prácticamente no queda nada debido a sus continuas remodelaciones a lo largo de la
historia. Cuando Alfonso X el sabio recuperó la alcazaba en el S. XIII y hasta casi el siglo XV fue una fortaleza cristiana. A partir del S. XVI sufrió su más profunda transformación para pasar a ser una fortificación abaluartada, como la conocemos hoy. Vamos a repasar todas las dependencias del
castillo empezando por la zona alta, conocida como el macho del castillo. Esta zona es una gran explanada actualmente, y es donde se encontraba la alcazaba
medieval. Se derribó y se rellenó todo el foso para dejar una gran
terraza donde ubicar toda la artillería necesaria para la defensa. De esta parte destacan las vistas sobre toda la ciudad, el
campo y el
mar, con la garita de la
campana en un extremo vigilando toda la costa y posando para todos los turistas que la visitan y los cañones defensivos entre los
torreones.