De su patrimonio
artístico destacan entre otros, el
Retablo de las Animas (Nicolás Borrás, 1574); el
Cristo de la Buena Muerte (
Escuela italiana, comienzos del siglo XVII); la Cena de Emaús (Juan Ribalta, 1596-1597),
San Guillermo (Pedro Orrente, 1639); Adoración de los Reyes (Senen Vila, finales del siglo XVII); imagen de San Francisco Javier (Nicolás de Bussy); San Vicente Ferrer (Bautista Vera, 1702) y otros.
El aspecto exterior de la Concatedral es de gran sobriedad. La
fachada principal es de estilo dórico y la lateral está construida en estilo jónico.