Pertenece al
Ayuntamiento de
Moratalla, siendo el territorio más occidental del termino municipal, cerca del Pico de
Revolcadores, techo de la Región de
Murcia con 2027 m. de altitud. Se encuentra cerca de
Caravaca de la Cruz, pero nada tiene que ver con este municipio pese al "apellido de la Cruz".
Cañada de la Cruz, ubicada en el
antiguo paraje denominado "El
puerto del Conejo", debe el
nombre a un hecho de armas acaecido en 1435: Luchando contra los moros y debido a las heridas recibidas, falleció el capitán lorquino que mandaba las fuerzas cristianas, Alonso Yáñez, cuyo cuerpo fue enterrado en "la cañada", colocándose allí una Cruz siguiendo la
costumbre. El lugar comenzó a llamarse "Cañada de la Cruz", nombre con el que se conoce actualmente. Por eso, nada tiene que vez la Cruz de Cañada con la de Caravaca. Ni existe ninguna vinculación con esta
localidad, ya que Cañada forma parte del término municipal de Moratalla.
Es depositaria de una joya musical que se
conserva todavía, un auténtico "Stradivarius" que de generación en generación ha permanecido en manos de todos.
Es proverbial la calidad de sus
plantas aromáticas, cuya intensidad impregna el ambiente de un aroma melancólico y profundo que confiere a este romántico lugar una mágica identidad que hace que los sentimientos reverberen en nosotros como un eco de la
montaña madre sobre la que se asienta Cañada.
Son también así sus gentes:
hondos como el vientre de las
sierra madre. Y sus
mujeres, calladas y dulces, bravas y silenciosas, pausadas y lentas, para esperar al marido o al novio que marchó al trabajo allá fuera de
España; Y esperan tranquilas, junto al
camino, a esperar que vuelva su hombre por donde se fue. El mismo camino donde está el
cementerio, donde yacen sus seres queridos, donde acuden cada
tarde a rendir
homenaje, a darles las gracias... y a preguntarles:
Madre: ¡por qué me trajistes!