Voy desde hace treinta años y lo que se echa realmente de menos son unas
fiestas como las de antes, con algún evento o acto de algún interés para el público, pues en los últimos años el interés por los fetejos ha decaido notablemente.No se puede comparar la animación que había antes por las
calles y la cantidad de gente que visitaba el
pueblo.De todas formas esto en lo único que va en detrimento de la principal
fuente de ingresos del pueblo:el turismo.
De todas formas, ¡viva
Rascafría!