El núcleo se asienta en una colina de suave pendiente hacia el cauce del arroyo de la Garita. El topónimo parece ser un derivado de las palabras "prado" o "pradera". Como la mayoría de los pueblos serranos, Prádena presenta una trama urbana dispersa y esponjada con grandes espacios libres en el interior de las manzanas. La carretera de Gandullas a Montejo divide al pueblo en dos partes, la más alta situada al Este y la baja al Oeste, donde el desnivel es más acusado. El centro del asentamiento se articula entre la Plaza del Ayuntamiento y la de la Iglesia. Las viviendas, de carácter netamente rural, se mezclan con las construcciones de uso agropecuario.