UNA TARDE DE FEBRERO
Una tarde de febrero de esas que se llaman locas, el hombre cogió su coche intentando ver las rocas, Carretera de Colmenar con sus peligros perennes, curvas que son muy constantes y tienen grandes vaivenes. Intento tranquilizarse, y olvidarse de sus bienes, en su casa fue portarse como un animal sin sienes. Quizá buscando la muerte en la cruda carretera, luego pensando en su suerte, cambio su idea altanera. De nada vale olvidarse si queda atrás la ceguera, es penoso el complicarse ... (ver texto completo)
Una tarde de febrero de esas que se llaman locas, el hombre cogió su coche intentando ver las rocas, Carretera de Colmenar con sus peligros perennes, curvas que son muy constantes y tienen grandes vaivenes. Intento tranquilizarse, y olvidarse de sus bienes, en su casa fue portarse como un animal sin sienes. Quizá buscando la muerte en la cruda carretera, luego pensando en su suerte, cambio su idea altanera. De nada vale olvidarse si queda atrás la ceguera, es penoso el complicarse ... (ver texto completo)