MADRID: "Los negocios de España y Libia...

El asunto de Libia no deberíamos tomárnoslo con frivolidad, pues nos va mucho en ello. Tenemos una fuerte dependencia energética de los pozos de petróleo que se encuentran en el territorio de ese país.

Y por encima de todo, entiendo que lo que les interesa a los españoles como nación es tener garantizado nuestro suministro. A eso debería dedicarse nuestra diplomacia, puesto que les pagamos nosotros y no el pueblo libio o sus dirigentes.

Que después sea bueno que los libios tengan democracia: sí. Como también sería bueno que nosotros tuviéramos la tuviéramos MEJOR, Pero democracia no consiste sólo en salir a la calle de vez en cuando a destrozarlo todo. Se necesita una estructura alternativa que canalice la representación popular de forma adecuada y en defensa de sus intereses. Y eso requiere un proceso, que me da a mi que en Libia todavía no está suficientemente maduro.

Por supuesto rechazamos enérgicamente las matanzas de civiles indefensos.

"Los negocios de España y Libia
Repsol es la principal empresa española en el país árabe, que cuenta con escasos flujos de inversión españoles

Libia y España no hacen muchos negocios, y las relaciones económicas se centran, sobre todo, en el sector petrolero y en la construcción. Los flujos de inversión españoles en este país son reducidos, en el periodo comprendido entre 2006 y 2008 ascendieron a 38,03 millones de euros. Bastante bajos si se comparan con otros países con los que España tiene mayor relación, por ejemplo, solo en 2009 la inversión de España en Francia asecendió a 385 millones de euros.

Italia teme que el caos paralice sus prósperos negocios bilaterales
A pesar de que la inversión no fue alta, sí que supuso un incremento respecto al periodio anterior, ya que entre 2002 y 2006 la inversión se situó en los 13,05 millones de euros. Y el incremento podría haber sido mayor, ya que, desde 2007 Repsol opera en Libia a través de una filial suiza-holandesa y por tanto este capital no está recogido en los flujos de inversión del Instituto de Comercio Exterior (Icex).

El levantamiento del embargo comercial de Naciones Unidas a Libia en 2004 potenció las relaciones de este país en el que el petróleo es su principal sector productivo existiendo una fuerte dependencia de los hidrocarburos. Un sector, que junto la evaluación de terrenos o la protección medioambiental, es de los pocos en los que se permite la apertura de una sucursal en solitario.

Dentro de las empresas españolas es Repsol es la que tiene mayor presencia en el país, donde tiene derechos mineros sobre nueve bloques, ocho de exploración y uno de explotación. Según los datos de la propia compañía la producción neta del año fue de 12,7 Mbbl de petróleo (34.777 bbld). Además, del campo petrolífero en la construcción existe cierta presencia de empresas españolas. Aunque es difícil conocer datos precisos sobre los flujos de inversión extranjera, puesto que Libia es un país poco dado a la apertura, como la mayoría de países con regímenes autoritarios, y existe una ausencia de estadísticas.

En el terreno de la construcción, Sacyr Vallehermoso se adjudicó un contrato en diciembre de 2008 por 400 millones de euros. A través de la sociedad Svildco, participada en un 60% por la española y en 40% por la Lybian Company for Development and Investment (organismo dependiente del Gobierno libio). La obra consiste en la urbanización sobre una superficie total de 2.700 hectáreas en la ciudad de El Beida. Además de la construcción, la sociedad es la encargada de la implantación de las redes de servicio público.

Otra de las empresas españolas que han tenido relación con el país árabe es Pycsa Construcciones. La compañía firmó un contrato con la libia LIDCO en 2009 para construir un campo de fútbol en Misurata, la tercera ciudad por tamaño del país. La operación es por un importe de 25,13 millones de euros"

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