Puerta de San Vicente. Glorieta de San Vicente, MADRID

Puerta de San Vicente.
Glorieta de San Vicente.

Es una de las pocas puertas monumentales que quedan en Madrid y que en su día servían para acceder al interior de la cerca que rodeaba la ciudad.
Hoy día adorna la zona entre Madrid Río y la subida a la plaza de España, acompañando al intercambiador y centro comercial de Príncipe Pío y al Campo del Moro. Desde este lugar se disfruta de una espléndida vista hacia Casa de Campo.
El origen de la Puerta de San Vicente se remonta a 1726, cuando el marqués de Vadillo encargó a Pedro de Ribera la construcción de una puerta monumental que sustituyera a una anterior, denominada del Parque, y que por aquel entonces estaba derruida. La nueva puerta, compuesta por tres arcos, adoptó el nombre de San Vicente por estar adornada con la estatua de dicho santo.
En 1770 fue derribada con motivo de las obras de remodelación de la Cuesta de San Vicente y de los nuevos accesos occidentales del palacio real. Poco tiempo después, Carlos III encargó a Francisco Sabatini la construcción de una nueva, cuyas obras terminarían en 1775.
Esta puerta de Sabatini corrió la misma suerte que las anteriores, pues fue demolida en 1890 para aligerar el tráfico de la zona.
Durante años, este espacio se quedó vacío de monumentos.
En el año 1995 se inauguró esta nueva Puerta de San Vicente, una réplica de la antigua que aprovechaba las cornisas que todavía se conservaban de la original.
Una curiosidad de esta nueva Puerta de San Vicente es que la parte más adornada ahora es la que da al interior de la ciudad, cuando en la versión original apuntaba hacia el exterior, como para dar la bienvenida a los viajeros.