En marzo de 1909, el Gobierno de
España ordenó el traslado a
Madrid de los restos mortales de Jacinto Ruiz que se encontraban en Trujillo. La inhumación de su cadáver se realizó en el
monumento erigido en su honor en la
plaza del Rey. Algunas cenizas están repartidas también en otras dos pequeñas arcas, una de ellas actualmente en el
Museo Militar de
La Coruña y la otra en
Ceuta, en el Museo de la Legión.