Francia insiste en aprobar la tasa financiera aunque sea en solitario:
“ La economía francesa está entrando en recesión, hay un millón de parados más que hace cuatro años (el máximo desde 1999) y la deuda pública ha crecido en 600.000 millones de euros bajo su mandato. De forma que Sarkozy recurre al plan B: la refundación del capitalismo y de Europa en medio de esta crisis "planetaria", "sin precedentes", "la peor desde la II Guerra Mundial".
En Italia, como todo el mundo sabe, no pasa nada, bueno, si, algunas cosillas si pasan y, en los demás países de la presunta Unión Europea, sobre chispas más o nalgas.
Pero claro es que, como me decía mi agüelo cuando yo era chico y me encabezonaba, “cuando el mulo coge la linde, la linde se acaba y el mulo sigue”. Y eso es lo que nos pasa cuando nos encaramamos en lo alto de la torre de los homenajes de los castillos españoles construidos a base de falacias.
Antes de ayer por la tarde, día de cabalgatas y carrozas que transportaban pajes y reyes mágicos, un vecino mío al que le sale la guasa hasta de debajo de los sobacos, me dijo así a lo bobo que, dejara las espardenyas en el balcón y que cerrase bien puertas y ventanas por lo que pudiera pasar.
Al principio no caí, pero al día siguiente, ayer mañana, al ir a calzarme y ver que, mi dueña y señora, con su “buena leche habitual” me había dejado un saquete de carbón dentro de uno, empecé a darle vueltas a lo de cerrar bien puertas y ventanas y, yo solito, llegué a la conclusión de que, la noche pasada, habían visitado los hogares del mundo pero, sobre todo de las Españas, Los Reyes Magos de Oriente. Pero aparte de lo del carbón, que no es cosa suya como ya he dicho, no faltaba nada.
Que alguien que dice no vivir por estos pagos, me suelte así a bocajarro que nuestros Reyes Constitucionales no nos sirven para nada, me parece más una expresión retórica a saber con qué intención escrita, que una bien meditada y expuesta con conocimiento de causa, porque, como ya le dije estos días atrás, nos sirve para culminar la pirámide organizativa de lo que han dado en llamar el Estado Español y, además y sobre todo, como nexo que une a todos nuestros reinos o taifas. Y, además, es imparcial, pues no gobierna pero reina, y además, nos sale más barato que un presidente que, para más inri, puede vetar, si quiere, una ley emanada de la cámara que representa al pueblo que preside. Ya lo hizo el antecesor de Sarko un par de veces.
Falaz también es decir, que el que nos metió en una guerra nos dejó a los españoles montados en el euro y que, el gobierno saliente con su jefe al frente, nos ha arruinado a todo. Como falacias son esas promesas de gobernar como Dios manda o decir con el chulo de Badalona eso de, “soy el mejor, la ciencia lo dijo y yo no miento” porque, aquella década de referencia para todos los que les fue tan bien al parecer, es una en la que toda Europa era un hervidero de prosperidad y, la que aún estamos atravesando, es una galerna que zarandea a todos los países sean transatlánticos o chalupillas y que ha cogido a todos, desde presuntos economistas y presuntos politólogos a los más legos, en bragas y sin convinación.
Pero lo más incongruente de todo esto, es que haya republicanos, que defiendan esta Monarquía Constitucional ¿Por qué será? ¿A qué le tendremos más miedo?
Salud.
“ La economía francesa está entrando en recesión, hay un millón de parados más que hace cuatro años (el máximo desde 1999) y la deuda pública ha crecido en 600.000 millones de euros bajo su mandato. De forma que Sarkozy recurre al plan B: la refundación del capitalismo y de Europa en medio de esta crisis "planetaria", "sin precedentes", "la peor desde la II Guerra Mundial".
En Italia, como todo el mundo sabe, no pasa nada, bueno, si, algunas cosillas si pasan y, en los demás países de la presunta Unión Europea, sobre chispas más o nalgas.
Pero claro es que, como me decía mi agüelo cuando yo era chico y me encabezonaba, “cuando el mulo coge la linde, la linde se acaba y el mulo sigue”. Y eso es lo que nos pasa cuando nos encaramamos en lo alto de la torre de los homenajes de los castillos españoles construidos a base de falacias.
Antes de ayer por la tarde, día de cabalgatas y carrozas que transportaban pajes y reyes mágicos, un vecino mío al que le sale la guasa hasta de debajo de los sobacos, me dijo así a lo bobo que, dejara las espardenyas en el balcón y que cerrase bien puertas y ventanas por lo que pudiera pasar.
Al principio no caí, pero al día siguiente, ayer mañana, al ir a calzarme y ver que, mi dueña y señora, con su “buena leche habitual” me había dejado un saquete de carbón dentro de uno, empecé a darle vueltas a lo de cerrar bien puertas y ventanas y, yo solito, llegué a la conclusión de que, la noche pasada, habían visitado los hogares del mundo pero, sobre todo de las Españas, Los Reyes Magos de Oriente. Pero aparte de lo del carbón, que no es cosa suya como ya he dicho, no faltaba nada.
Que alguien que dice no vivir por estos pagos, me suelte así a bocajarro que nuestros Reyes Constitucionales no nos sirven para nada, me parece más una expresión retórica a saber con qué intención escrita, que una bien meditada y expuesta con conocimiento de causa, porque, como ya le dije estos días atrás, nos sirve para culminar la pirámide organizativa de lo que han dado en llamar el Estado Español y, además y sobre todo, como nexo que une a todos nuestros reinos o taifas. Y, además, es imparcial, pues no gobierna pero reina, y además, nos sale más barato que un presidente que, para más inri, puede vetar, si quiere, una ley emanada de la cámara que representa al pueblo que preside. Ya lo hizo el antecesor de Sarko un par de veces.
Falaz también es decir, que el que nos metió en una guerra nos dejó a los españoles montados en el euro y que, el gobierno saliente con su jefe al frente, nos ha arruinado a todo. Como falacias son esas promesas de gobernar como Dios manda o decir con el chulo de Badalona eso de, “soy el mejor, la ciencia lo dijo y yo no miento” porque, aquella década de referencia para todos los que les fue tan bien al parecer, es una en la que toda Europa era un hervidero de prosperidad y, la que aún estamos atravesando, es una galerna que zarandea a todos los países sean transatlánticos o chalupillas y que ha cogido a todos, desde presuntos economistas y presuntos politólogos a los más legos, en bragas y sin convinación.
Pero lo más incongruente de todo esto, es que haya republicanos, que defiendan esta Monarquía Constitucional ¿Por qué será? ¿A qué le tendremos más miedo?
Salud.