BARCELONA: Salud y república:...

Salud y república:

Yo no vivo en Francia sino en Catalunya, una nación o nacionalidad de las de las Españas, con lengua propia y cultura e idiosincrasia propia y un territorio habitado por sus naturales y otra gente llegada a el desde muy diversas partes del globo. Yo soy de un pueblino de la Comarca de Olivenza (Badajoz). Actualmente aquí somos siete millones entre unos y otros y pitos y flautas.

Sólo en Barcelona y sus “rodalías”, se hablan unas trescientas lenguas, sin que este hecho dificulte en absoluto el entendimiento entre si de todos estos ciudadanos, bien en castellano, bien en catalán y, excepcionalmente todavía, usando inglés, francés o alemán. Cosa que supongo usted sabe por eso de que veranea en la cuenca del Tordera.

Verá, le explico si soy capaz:
Imaginemos que no tenemos a la Corona como garantía de unidad entre nuestras diferentes taifas.
El Reino de España, sería la República Española.
Su presidente sería elegido de entre los diferentes partidos que concurren a las elecciones y del que más votos sacara, luego, sería una persona, en principio, sujeta a las promesas que haya hecho a sus electores y, luego, a la disciplina del partido que lo aupó hasta esa cúpula. Es decir, sería partidista, arrimaría la brasa a su sardina, beneficiaria más a unos que a otros, se comportaría como se está comportando ahora mismo Rajoy y su equipo. Quizá, no lo sé, pero es de suponer, como hace Sarko en Francia. El porqué es muy sencillo y se desprende de estas dos palabras y su conjunción: reina y gobierna. Al menos en el caso de Francia aunque por ahí puede que digáis: preside en lugar de reina.

Por aquí, como somos tan diversos que, ni Franco y sus sicarios consiguieron que hablásemos todos la Lengua del Imperio con el mismo acento y usando los mismos razonamientos los de Badajoz que los de Jerez de la Fontaneira o del Bierzo, como usted comprenderá, eso de ser rey electo y ser también imparcial, es sumamente difícil y, a mi parecer, aún no nació humano dotado con esa capacidad.

Para muestra, nuestra última incivil y, su tan denigrada por unos y, tan añorada por otros, Segunda República Española. Fíjese que, después de tanto tiempo, cuando un juez decidió de acuerdo con las leyes vigentes, investigar los hechos criminales que se desprenden de los enterramientos de republicanos en cunetas y descampados, lo que se ha conseguido al menos hasta el momento, es que se vaya a juzgar a este juez por, entre otros delitos, el de prevaricar.
Sin perjuicio de que, Argentina por un lado y el Penal Internacional por otro, se pronuncien algún día al respecto y con independencia de lo que emitan los Tribunales de aquí que, a mi me parece, es que se cargaran al juez por uno u otro motivo, entre razones, porque tenemos por estos andurriales una trama que, con epicentro en los Madriles, igual que el quilómetro cero, tiene múltiples radios que se pierden por mares, valles y montañas de nuestro ámbito geográfico y cajas acorazadas de particulares y banqueros en general.

¿Que para qué sirve?
Bueno, como cúspide de la organización del Estado y, como nexo de unión entre todos nosotros. ¿Le parece poco?

Además, menos las labores de gobierno, que las lleva el primer ministro (Rajoy), cumple aquí las mismas funciones que ahí Sarko, al que espero que mandéis este año a freír gamusinos. Como ve, muy de derechas no es que sea yo.

Por todo esto y muchas cosas más que olvido y por no extenderme más en odiosas comparaciones, aparte de que siempre nos saldrá más barato, es por lo que digo que, de momento, ya está la cosa bien como está aunque, como es lógico, todo es mejorable y nunca lloverá a gusto de todos.

Un abrazo y hasta el veranito venidero, a ver si nos vemos un atardecer cualquiera en el puerto de Blanes.

Salud.