Es de lujuria mozuela
mirar ese mostrador
donde se apila la fruta,
ciruela, mango, fresa
y bananos machos
y hembras; higos,
cerezas y peras
y otras que omito
zagala, pues ya ves,
en jarra tiene sus miembros
la que a mi me gusta más
que, ojo avizor ocupa,
una posición central.
Se ve en sazón
y perfumada, presumo,
y con los años precisos
como para parecer
un delicioso coñac.
Fruto es y son del paraíso
los que en la exposición están.
Me refiero al terrenal,
ese que no es de aquí,
ni de allí, ni de allá
porque está donde está
y se halla en cualquier lugar
aunque difícil de encontrar
y, ¿su historia?, ¡qué más da!
Como dices, somos protas
que vivimos el instante
dentro de una multitud
que aún en su disparate
de creerse inmutable,
se embarca allende los mares,
cruza abismos insondables,
se entremezcla y vuelve
siendo ya de otra manera
pero en el fondo iguales
porque, peras, son peras,
aun siendo de otros perales
y las brevas higos son
y, los plátanos bananas
sean canarias o no.
Alimentos para el alma,
la mente y el corazón
que cuando son degustados
expanden el entendimiento,
diluyen falsos pensamientos
y fortalecen carnes y huesos
permitiendo vivir mejor
y muchísimo mas contentos,
sea con Juan Valderrama,
o con los Rolling Estone.
(Ya se han hecho un lío mis neuronas y no sé si voy o vengo)
Un abrazo.
Salud.
mirar ese mostrador
donde se apila la fruta,
ciruela, mango, fresa
y bananos machos
y hembras; higos,
cerezas y peras
y otras que omito
zagala, pues ya ves,
en jarra tiene sus miembros
la que a mi me gusta más
que, ojo avizor ocupa,
una posición central.
Se ve en sazón
y perfumada, presumo,
y con los años precisos
como para parecer
un delicioso coñac.
Fruto es y son del paraíso
los que en la exposición están.
Me refiero al terrenal,
ese que no es de aquí,
ni de allí, ni de allá
porque está donde está
y se halla en cualquier lugar
aunque difícil de encontrar
y, ¿su historia?, ¡qué más da!
Como dices, somos protas
que vivimos el instante
dentro de una multitud
que aún en su disparate
de creerse inmutable,
se embarca allende los mares,
cruza abismos insondables,
se entremezcla y vuelve
siendo ya de otra manera
pero en el fondo iguales
porque, peras, son peras,
aun siendo de otros perales
y las brevas higos son
y, los plátanos bananas
sean canarias o no.
Alimentos para el alma,
la mente y el corazón
que cuando son degustados
expanden el entendimiento,
diluyen falsos pensamientos
y fortalecen carnes y huesos
permitiendo vivir mejor
y muchísimo mas contentos,
sea con Juan Valderrama,
o con los Rolling Estone.
(Ya se han hecho un lío mis neuronas y no sé si voy o vengo)
Un abrazo.
Salud.