A veces hay que pararse a pensar en la muerte para dar más importancia a la vida. Quizás la muerte no es el final. Aquí en la tierra queda aquello que se hizo en el corto tiempo que transcurre mientras estamos de paso. En nuestro deambular aquí en la tierra se me antoja que nosotros somos meras cáscaras de
nuez, en un
río que a veces es un remanso de paz, donde con suavidad nos lleva la corriente. En otros momentos se vuelve un caudaloso río, en el cual tantas veces estamos a punto de zozobrar. El
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