CELEDONIO PÉREZ Hay una imagen surrealista tan habitual que a veces pasa desapercibida: un joven o una joven sentado en las escaleras de un consistorio perdido por esos pueblos de Dios zamoranos a horas intempestivas, con portátil, «tablet» o móvil en el regazo o en ristre. « ¿Qué haces?». «Pues mira, cogiendo señal». Yo la he visto a la una de la madrugada, con una temperatura ambiente de tres grados bajo cero. La escena se las trae y por sí misma da para un tratado filosófico, sociológico, sicológico o de actualidad, pero ese es otro cantar.
La imagen, desde luego, sí que ilustra a la perfección la -mísera- realidad zamorana. 498 poblaciones de las 506 de la provincia presentan graves deficiencias en la conexión con banda ancha, la mayoría no llega ni a una velocidad de 30 megabit por segundo. La red de acceso a Internet en Zamora es tercermundista. Tan alarmante es la situación que a la Consejería de Fomento de la Junta se le ha caído la cara de vergüenza y ha decidido intervenir. Ha ofrecido financiar hasta un 35% de la inversión que los operadores tengan que realizar para prestar el servicio de banda ancha rápida y «ultrarrápida». Pero tranqui, ya se sabe que estos núcleos de población, donde viven la mayor parte de los residentes en la provincia, no están incluidos en los planes a corto plazo del sector privado. El problema, seguro, no se va a resolver en muchos años, ya verán.
Sin embargo, y viva la tiranía, la Administración exige a los ciudadanos que la mayoría de los trámites: vidas laborales, IVA, declaración del IRPF..., se realicen por internet. ¿Pero alguien no denuncia esta indefensión en el juzgado?
La imagen, desde luego, sí que ilustra a la perfección la -mísera- realidad zamorana. 498 poblaciones de las 506 de la provincia presentan graves deficiencias en la conexión con banda ancha, la mayoría no llega ni a una velocidad de 30 megabit por segundo. La red de acceso a Internet en Zamora es tercermundista. Tan alarmante es la situación que a la Consejería de Fomento de la Junta se le ha caído la cara de vergüenza y ha decidido intervenir. Ha ofrecido financiar hasta un 35% de la inversión que los operadores tengan que realizar para prestar el servicio de banda ancha rápida y «ultrarrápida». Pero tranqui, ya se sabe que estos núcleos de población, donde viven la mayor parte de los residentes en la provincia, no están incluidos en los planes a corto plazo del sector privado. El problema, seguro, no se va a resolver en muchos años, ya verán.
Sin embargo, y viva la tiranía, la Administración exige a los ciudadanos que la mayoría de los trámites: vidas laborales, IVA, declaración del IRPF..., se realicen por internet. ¿Pero alguien no denuncia esta indefensión en el juzgado?