Cuando fueron haciéndose mayores, salían de
fiesta Joaquín, Resti y Tinín, el Grillo, en un SEAT 1200 negro, con el asiento delantero corrido, de manera que iban los tres juntos, de conversación, tan ricamente. Resti compró, unos años más tarde, un SEAT 600, que sirvió para jubilar al 1200 del asiento corrido. Lo que pasa es que como tenían la
costumbre de ir los tres juntos, en el 600 se veían negritos, para conseguirlo y ninguno quería viajar solo, en el asiento de atrás.
Si tendrían aguante,
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