Y, Toño como siempre
La novelística de Miguel Delibes limita en sus albores con Pedro, el tierno protagonista de 'La sombra del ciprés es alargada' (1948) que su madre deja en régimen de pupilaje en la ciudad de Avila, y su último eslabón es Cipriano Salcedo, quien paga en la hoguera su osadía heterodoxa como evocó el escritor vallisoletano en su última novela, 'El hereje' (1998). En el medio queda una de las galerías de personajes más ampliamente reconocida, estudiada e identificada por la crítica y los lectores, como ... (ver texto completo)
Cinco horas con Mario (1966)

En una capital de provincia indeterminada de Castilla, Carmen (Menchu) acaba de quedar viuda y, tras el ajetreo de recibir el pésame de familiares, amigos y conocidos, se queda sola en casa para velar el cadáver de Mario. Como forma de conocer mejor al que había sido su marido, lee pasajes marcados por él en una Biblia, y ese texto despierta en ella recuerdos de amarguras, agravios y rencores de su pasada vida en común. Pocas obras suscitan en este monólogo retratar ... (ver texto completo)
El hereje (1998)

Cuando ya parecía, él mismo lo había sugerido más de una vez, que no habría más novelas inéditas de Delibes, sorprendió con una novela de la España de siglo XVI. Nunca antes había hecho algo similar. No obstante, en ella está el Delibes de siempre: lo rural y lo urbano, la caza y la naturaleza, un hombre frente al mundo que lo rodea y lo aturde. Este hombre es Cipriano Salcedo, acaudalado comerciante, nacido el mismo año que la Reforma de Lutero. En un paisaje de desamor y soledad, ... (ver texto completo)
Los santos inocentes (1981)

Emocionante, sobria, perfecta. España de caciques y de sumisión, en la que Delibes enmarca a dos personajes únicos, dos inocentes: la Niña Chica y Azarías. Un lenguaje realista y riguroso, ampara una novela de dignidad y de compromiso contra el sometimiento, la ignorancia y el desprecio. Mario Camus le puso a Azarías el rostro de Paco Rabal y su "milana bonita", para acabar de redondear el prestigio inacabado de una novela fundamental para comprender a Delibes y esta ... (ver texto completo)
Diario de un cazador (1955)

Lorenzo, protagonista de esta novela, es uno de los grandes personajes de Delibes. Optimista, desenfadado, bedel de instituto y cazador. Lorenzo anota en su diario, con un lenguaje expresionista y lleno resonancias populares, no sólo sus andanzas cinegéticas, sino también su modesta existencia junto a su madre viuda y a su novia Anita, con la que acabará, aunque no en esta novela, casándose. Otro Delibes, pero que sienta los cánones de la novela cotidiana que, décadas después, triunfará en la literatura francesa y anglosajona. ... (ver texto completo)
La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz.
Proverbio escocés
Estaba furiosa de no tener zapatos; entonces encontré a un hombre que no tenía píes, y me sentí contenta de mi misma.
Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.
Proverbio árabe
Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.
Proverbio árabe
De mucho trabajar no se muere nadie.. pero por las dudas mejor no arriesgarse.
Mas vale tarde.. porque por la mañana duermo.
Cuando el rio suena... es porque se ahogó una orquesta.
Si los borrachos tuvi. ran el control tendríamos todo doble.
El que madruga... se muere de sueño.
Si el amor es ciego, ¿por qué tiene tanto éxito la ropa interior sexy?

El humor existe para recordarnos que por muy alto que sea el trono en que uno se sienta, todo el mundo utiliza su culo para sentarse.

Los hombres son como los perros - vuelven una y otra vez. Las mujeres son como los gatos - les riñes una vez y se van.
Mi mujer y yo fuimos felices durante 20 años. Luego, nos conocimos
Un ciego le pregunta a un cojo: ¿Qué tal andas?
Y el cojo le contesta: Pues ya ves.

Cariño, tengo dos noticias, una buena y otra mala, he dejado las drogas, pero no sé donde.

Era un cocinero tan feo, pero tan feo, que hacía llorar a las cebollas.
¿Qué le dijo un plátano a una gelatina?
Todavia no me desnudo y ya estas temblando.

¿Cuál es la diferencia entre un motor y un inodoro?
En que en el motor tu te sientas para correr, y en el inodoro tu corres para sentarte.
El sargento ordena:
Fuego a discreción, y discreción murió acribillado

El juez interroga a al testigo:
- ¿Practica usted la prostitucion?
- No, señor juez... la practiqué hace mucho tiempo, ahora la ejerzo.