CASTROVERDE DE CAMPOS: PÁGINA Nº  3. Lo más sorprendente de este Real Decreto...

PÁGINA Nº  3. Lo más sorprendente de este Real Decreto es la retórica "neo-lingüística" empleada para desarrollar toda una teoría sobre las competencias que los alumnos deben cultivar, asimilar y adquirir. La Ley Orgánica de Educación (LOE) de 2006, elaborada por el gobierno de Zapatero, recogía las ocho "competencias clave" del Marco de Referencia Europeo, definidas como "aquellas que todas las personas precisan para su realización y desarrollo personales, así como para la ciudadanía activa, la inclusión social y el empleo". Según la definición de la OCDE las competencias estarían constituidas por "los conocimientos, habilidades y actitudes" que los alumnos deben adquirir a lo largo de su escolarización. Sin embargo, existía un grupo de dogmáticos "anti conocimientos", que podríamos llamar "pedagogistas", que reclamaban insistentemente un currículo por competencias. Y digo pedagogistas en vez de pedagogos por respeto a la que considero una gran pedagoga de la historia de la educación en España, Jimena Menéndez Pidal, quizás la última que pensaba, como le escuché decir en una ocasión, que la pedagogía no era una ciencia sino un arte: el arte de enseñar lo que se sabe. Los pedagogistas no solo exigen que la pedagogía se considere una ciencia (la ciencia de la educación) sino que han hecho de ella una ideología identitaria en el sentido de que pretende enfrentar a dos tipos de profesores: sus seguidores (los buenos) y los que todavía son fieles a su vocación docente (los reaccionarios), que pretenden transmitir lo que saben a sus alumnos. Si la pedagogía es una ciencia, como pretenden esos pedagogistas, es evidente que precisa una jerga propia, incomprensible para la gente común. Por eso muy pocos serán los que lean este Real Decreto y solo quienes lo han elaborado conocen la verdadera finalidad que esta palabrería esconde. Este decreto de enseñanzas mínimas que acaba de aprobar el Ministerio de Educación es ese "currículo competencial" que los pedagogistas demandaban. Todo el currículo se estructura en función de las ocho competencias clave que se deben adquirir y que textualmente son: 1) comunicación lingüística; 2) plurilingüe; 3) matemática y competencia en ciencias, tecnología e ingeniería; 4) digital, 5) personal, social y de aprender a aprender; 6) ciudadana; 7) Emprendedora. 8) en conciencia y expresión culturales. La adquisición de estas competencias clave se ha de evaluar mediante una serie de lo que el decreto llama "Descriptores operativos". Extraigo del texto del Real Decreto un ejemplo para que el lector pueda juzgar con conocimiento de causa: la Competencia personal, social y de aprender a aprender tiene cinco Descriptores operativos. El primero de ellos dice así:"el alumno o la alumna regula y expresa sus emociones, fortaleciendo el optimismo, la resiliencia, la autoeficacia y la búsqueda de propósito y motivación hacia el aprendizaje, para gestionar los retos y cambios y armonizarlos con sus propios objetivos". Con esta jerga indescifrable y soporífera se han redactado más de treinta "descriptores". Si George Orwell levantara la cabeza se quedaría estupefacto, ha sido superado con creces por los inventores de la jerga pedagógica. La adquisición de estas competencias, con sus más de treinta descriptores, debe dar lugar a lo que llaman "Perfil de salida del alumnado" (Anexo I) que, el Real Decreto define así: "El Perfil de salida es único y el mismo para todo el territorio nacional. Es la piedra angular de todo el currículo, la matriz que cohesiona y hacia donde convergen los objetivos de las distintas etapas que constituyen la enseñanza básica". Confieso que no me queda nada claro lo que es el perfil de salida, debe ser algo así como el modelo robot del alumno que termina la educación secundaria obligatoria. Para seguir comprobando cómo esa neolengua es uno de los ejes de este decreto profundamente totalitario, a pesar de su disfraz pedagogista, es muy significativo observar los currículos de cada materia (Anexo II), que comprenden las competencias específicas, los criterios de evaluación y los saberes básicos que deben estar conectados con los descriptores del Perfil de salida. O acaba este panfleto en la papelera o la ignorancia reinará en la sociedad de mañana.
La nueva asignatura "Educación en Valores Cívicos y Éticos" (EVCE), como no podía ser de otra manera, presta atención a todas los "ismos" de la ideología identitaria: ecologismo, feminismo, LGTB-ismo, antirracismo, poscolonialismo, multiculturalismo … En definitiva, adoctrinamiento en el "wok mismo", que quieren que sea la NUEVA RELIGIÓN DE NUESTRO TIEMPO. En cuanto a la asignatura de Matemáticas, se dice textualmente: "Las líneas principales en la definición de las competencias específicas de matemáticas son la resolución de problemas y las destrezas socioafectivas". Estas competencias específicas se concretan en unos "saberes básicos", que vienen a ser los conocimientos concretos que los alumnos han de adquirir. A su vez los saberes básicos vienen agrupados en seis bloques que llaman "SENTIDOS". Uno de ellos es el Sentido socioafectivo que, entre otros incluye estos saberes: Creencias, actitudes y emociones. Gestión emocional: emociones que intervienen en el aprendizaje de las matemáticas. Autoconciencia y autorregulación. Inclusión, respeto y diversidad. La contribución de las matemáticas al desarrollo de los distintos ámbitos del conocimiento humano desde una perspectiva de género. Y así  más  de DOSCIENTAS PÁGINAS que yo pediría a las Academias, empezando por las de Lengua, Ciencias e Historia, que hicieran el esfuerzo de leer. No es posible tanto sin sentido. Los padres creen que sus hijos van al colegio a aprender historia, geografía, matemáticas, lengua,.. Y no es eso lo que les van a enseñar porque a partir de ahora los maestros y profesores estarán obligados a conocer esta jerga impronunciable que no tiene otro objeto que vaciar de contenido todas las disciplinas que tradicionalmente se han enseñado en los centros escolares. No me cabe duda que los expertos, los funcionarios, los altos cargos de las Administraciones Educativas, los profesores, los políticos de derechas o de izquierdas, todos ellos, querrán hablar en la neolengua competencial que no se entiende porque se ha inventado para que no se entienda. Y cuando todos se acostumbren a hablar sin saber lo que dicen, dejarán de pensar por sí mismos, se convertirán en robots perfectamente manipulables. Entonces ya será imposible recuperar el valor de la instrucción. O ACABA ESTE PANFLETO EN LA PAPELERA O LA IGNORANCIA REINARÁ EN LA SOCIEDAD DE MAÑANA.