CON EL CARRO PARA MEDINA DEL CAMPO
La vendimia se acababa
entre sueldos prodigiosos,
y en Medina se gastaba
en los domingos dichosos.
Con el dinero esperando
para comprar los zapatos,
el abrigo fue dejando
muchos de los buenos ratos. ... (ver texto completo)
La vendimia se acababa
entre sueldos prodigiosos,
y en Medina se gastaba
en los domingos dichosos.
Con el dinero esperando
para comprar los zapatos,
el abrigo fue dejando
muchos de los buenos ratos. ... (ver texto completo)