LA SECA: LA SOMBRA DE RONJOLILLA...

LA SOMBRA DE RONJOLILLA
Aquel hombre lasecano, con una fuerza muy grande, se marchaba a Tordesillas en un burro castellano, Quiso probar si su suerte era de valor humano, y con la lanza en el hombre resulto ser un forjado. El camino a Tordesillas, con un empeño grabado, era ser gente sencilla y a la vez iluminado. Las gentes de Tordesillas al ver que a el Toro ha matado, le quieren romper costillas por no ser de su condado. Ronjolilla con su lanza manchada de color raro, no se amedranta enseguida, su valor queda probado. Han pasado más de cien años, Fabriciano el de Serrada a Ronjolilla ha salvado, con un revolver en mano desde el caballo montado, amenazo a quien a Ronjolilla le pudiera herir sus manos, Pronto la Guardia Civil al burro que estaba atado, le llevan a Ronjolilla a La Seca entre sus prados. Pronto corre la noticia, Ronjolilla es comentario, aquel hombre que era fuerte de la muerte se ha salvado. En La Villa de La Seca solo existe un comentario. Este joven valeroso sabe sentirse clamado. La gente de Tordesillas anula todo ideario, sin nombrar a este gran hombre que la vida se ha jugado. Un Toro Vega muy grande, con raza de ser lidiado, es soltado por La Vega quizá sembrando calvario. Más de un muerto van cayendo, es el índice macabro, de la fiesta de La Peña que alguna vez se anulado. No vale contar los muertos, ni los caballos sangrando, solo el valor que se logra con una lanza en las manos. Lanzas que siguen guardadas, en graneros y sobrados, y que las gentes las tienen un amor que es amargado, Les puede costar la vida, el valor no es hoy comprado, y sangrar siempre esa herida que le deja jorobado. Yo jamás tuve una lanza, y al Toro le vi de largo, nunca espera la alabanza de beber el vino amargo. G X Cantalapiedra.