Que pena, se nos va el
verano y con el llega la nostalgia, la tranquilidad y los recuerdos. Algunos dirán que ya era hora que había mucho alboroto, sera verdad pero también hay alegría la gente esta en la
calle y no parece un
pueblo fantasma como en
invierno que solo encontramos a cuatro personas a las que hay que agradecer su vida en el pueblo y su ilusión de estar en EL. Esperemos que el verano que viene estemos todos los que nos hemos ido y hemos disfrutado con la presencia de mayores y pequeños.
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